
Puede ser que alguien muy cercano a ti sepa lo especial que eres y cuánta luz irradias. Sin embargo, tal vez no siempre te trate como te mereces. Quizás piense que eres como una planta maravillosa con raíces profundas que nutre, crea refugio y nunca protesta. Quizás lo que no sabes es que algún día podrías cansarte de que alguien dé por sentado tu amor.
Todos hemos oído al menos una vez que no apreciaba lo que tenía hasta que lo perdía. Sin embargo, la realidad nos presenta a menudo situaciones diferentes, mucho más concretas y refinadas, pero que pueden parecernos contradictorias: hay personas que, a pesar de conocer muy bien el valor de lo que tienen, acaban descuidándolo.
No quiero un amor partido por la mitad partido en dos. Merezco algo completamente intenso e indestructible.
-Frida Khalo-
A veces las relaciones se rompen como los huesos. Todos lo sabemos. Pues bien, esta ruptura no siempre se produce de la noche a la mañana de forma precisamente traumática y devastadora. Los expertos en relaciones de pareja saben bien que estos procesos suelen ser lentos y erosivos y que es precisamente este progresivo descenso de la atención hacia la pareja lo que destruye el universo personal y emocional de sus protagonistas.
Cultivar el aprecio día tras día empatía y la capacidad de cuidar los pequeños detalles nos permitirá fortalecer el vínculo con las personas que queremos de una forma más saludable. Sin embargo, para lograrlo se necesita una dimensión estratégica y decisiva: la voluntad.

Cuando dan por sentado que siempre estarás ahí
No eres como esa roca que un día se desprendió de la montaña y permanecerá fija en un valle cubierto de hierba durante siglos. No eres un insecto atrapado en una gota de ámbar ni las raíces milenarias de una conífera. Nada en ti es eterno o eterno. Las personas son como el viento, como la brisa, como el agua que fluye en un río. La vida es movimiento, crecimiento y un fluir eterno.
Así como nuestro ser interno es dinámico y forma parte de un proceso de maduración constante, también lo son nuestras emociones. Por esta razón, quien concibe el Amar como dimensión estable y permanente está mal. El amor siempre tiene hambre: necesita alimentarse y ser alimentado. También necesita ser valorado y cuidado, quiere que le hagan cosquillas, escuchar la música de la risa y emborracharse con una complicidad muda.
Todo ello nos obliga a entender algo muy simple, básico y determinante: que el amor se construye más que se encuentra . Por eso, cuando una persona empieza a dar las cosas por sentado, elige no invertir y dejar de construir… Y decide anclarse en la idea errónea de que quienes nos aman siempre lo harán de manera devota e incondicional. No importa cuántos vacíos habrá, cuántos silencios y cuántos desacuerdos porque para muchos el amor es como resina que atrapa insectos para siempre.

El amor por siempre jamás irrevocable y eterno, más que una realidad, es una apología de nuestra sociedad . Siempre te amaré sin importar que lo que hagas sea un atentado a nuestra dignidad. Porque en las relaciones ya no se puede aceptar todo y no todo es justificable. Si nos acostumbramos a que nos den por sentado, llegará el día en que nosotros también nos daremos por sentado y seremos la causa de nuestra propia vida. infelicidad .
Y no tiene por qué ser así.
Si no te atienden, hazlo tú: establece distancia
Piensa que la relación que más debemos cuidar es la que mantenemos con nosotros mismos. Esta piedra filosofal del bienestar humano suele ser subestimada por una razón muy sencilla: a veces concebimos la vida en función de los vínculos que establecemos con los demás. Pero pensar que el amor lo justifica todo y que es nuestra única fuente verdadera de autorrealización es un disparate que tiene graves efectos secundarios.
El amor durará mientras lo cuides y lo cuidarás mientras ames de verdad.
Cualquiera que comprenda el valor de quienes lo rodean pero no los cuide simplemente no lo merece. Darnos cuenta de que esto es un imperativo moral es fundamental para nuestra supervivencia y es nuestro bote salvavidas. autoestima . Porque de lo contrario, si no nos subimos al bote salvavidas cuando el barco se hunde, nosotros mismos dejaremos de cuidarnos, seremos víctimas de ese culto al sacrificio sentimental que aniquila vidas y desconfía de esos corazones que se han olvidado de amarse a sí mismos.

Por otro lado conviene recordar las palabras de Abraham Maslow: Si el músico quiere ser feliz debe tocar; si el poeta quiere ser poeta debe escribir; si al pintor le encanta pintar que pinte... Todo esto forma parte de esa dimensión que está en la cima de la pirámide de nuestras necesidades: la autorrealización. .
Si entendemos este principio entenderemos también lo siguiente: si una persona nos ama sentirá la necesidad de hacernos felices para potenciar nuestras fortalezas para ofrecernos estímulos en la vida con los que contribuir también al crecimiento de la propia relación de pareja.
Ahora es bueno si la persona que está a nuestro lado no nos toma en consideración y da por sentado que siempre estaremos ahí pase lo que pase. Ese amor es dedicación, aprecio y atención diaria hacia el vínculo afectivo.
Imágenes cortesía de Maggie Taylor