Elogia en público y regaña en privado, pero sin lastimar a tus hijos

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Elogia las virtudes de tus hijos en público, elógialos cuando lo merezcan, pero corrige sus errores en privado. los gritos yo reproches en voz alta y las frecuentes comparaciones con otros niños permanecen

El tema relativo a si es necesario o no regañar a tus hijos en contextos públicos es complejo y delicado. Algunos padres no dudan en montar escenas de gritos y críticas delante de todos sin pensar en las consecuencias. Basta con un error de conducta, una mala nota o una palabra fuera de lugar

-Paulo Freire-

Bueno, también existe otro escenario posible que es completamente diferente. Pongamos un ejemplo: estás con tu hijo en el centro comercial y por lo que sea tiene comportamiento no es apropiado. Inmediatamente las personas que te rodean comienzan a lanzarte miradas de advertencia, esperando que castigues al niño demostrando que eres capaz de resolver la situación con unas pocas palabras y usando una disciplina estricta.

Si no hace esto, inmediatamente lo etiquetarán como un mal padre. Sin embargo, esa presión de la sociedad no siempre tiene en cuenta la complejidad del camino educativo de un niño.

Educar con inteligencia es fundamental así como con cariño, intuición y el tacto necesario para no herir y no incrementar aún más las emociones negativas. Te invitamos a reflexionar sobre esto.

Regaño público: una forma sutil de herir

La relación con los niños sigue la misma dinámica que cualquier otra relación interpersonal. Cualquiera que esté acostumbrado a regañar a su pareja en público con un tono acusatorio, despectivo o irónico está lastimando al otro. Un directivo que regaña a uno de sus empleados delante de los demás no puede ser considerado un buen líder.

Una vez más es imprescindible ponerlo en práctica. 'Inteligencia Emocional . Ser regañado frente a un grupo de espectadores mina nuestra autoestima no siendo más que una humillación pública hecha con malicia y sin anestesia. Si cada uno de nosotros sintiéramos la sensibilidad y la empatía adecuadas sería más fácil entender que hay límites que no se deben sobrepasar.

Bueno, cuando se trata de educación el tema es aún más delicado. Hay profesores y profesores por ejemplo que tienen la mala costumbre de corregir los errores de un alumno delante de toda la clase y también de manera despectiva: es más que evidente que nunca aprobarás mi examen. A su vez, muchos padres

Un error común es comparar el comportamiento de un niño con el de un hermano o con el de otro niño: tu hermano es más inteligente, tus compañeros son mucho más inteligentes, tú siempre llegas el último.

  • Al mismo tiempo, hablar con otras personas sobre aspectos privados o relacionados con el comportamiento de sus hijos delante de ellos como si no pudieran oír, ver o escuchar es un hábito no infrecuente que puede influir negativamente en la autoestima de los más pequeños. Tenga esto en cuenta.
  • Regañar con gritos centrándose sólo en la falta o error comprometido y sin educar, proponer sugerencias u orientar al niño es una táctica antipedagógica que conviene evitar.

Ayuda a tus hijos a crecer con paciencia y cariño

Corregir, orientar, disciplinar, castigar si es necesario, establecer límites. Pero hazlo siempre con paciencia en privado y sin hacer daño. No penséis que esto significa permanecer impasibles cuando nuestros hijos se portan mal en público. Nada de eso.

La clásica bofetada que algunos utilizan para frenar el comportamiento destructivo de un niño muchas veces sólo intensifica la ira o las emociones negativas del niño. Las bofetadas no educan sino que duelen, se imprimen internamente y tienen el mismo efecto que los reproches despectivo del tipo contigo no hay nada que hacer no sé que hacer contigo.

En situaciones en las que se nos pide que

Las claves para disciplinar en público

Según el estudio realizado por el Laboratorio de Investigación Familiar de la Universidad de Hampshire regañar a un niño en público tiene . ellos aumentarán

  • No le prestes atención juicios de otros. No os sentís presionados por quienes os rodean en el supermercado, en el médico o en la calle: no es a ellos a quienes tenéis que demostrar que sois buenos padres sino a vuestro hijo.
  • En determinadas situaciones usted puede sentirse avergonzado por el comportamiento de su hijo, peroNo te dejes llevar por la frustración. Pon en práctica tu Inteligencia Emocional e intenta ponerte en sintonía con él para comprender qué desencadenó tal actitud.
  • En lugar de decirle que se detenga con un gritoOfrecerle sugerencias que le impulsen a reflexionar.: tienes dos opciones:

Ten siempre en cuenta que los niños son criaturas delicadas. . Su mundo emocional felicidad .

Sea paciente y trate de comprender sus emociones. Sepa que las mismas cosas que pueden ofenderlo a usted pueden lastimar a su hijo. Así que recuerda elogiar en público y corregir en privado pero sin herir

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