¿Controlar el TOC?

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¿Podemos controlar el TOC? ¿Cuáles son las pautas? Hablamos de ello en este artículo.

Controlar el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es posible incluso si el enfermo y quienes lo rodean piensan que están en un túnel sin salida. No obstante, existen tratamientos eficaces para controlarlo.

El trastorno obsesivo compulsivo es un trastorno mental producido por una idea fija constante que asalta la mente. En el lenguaje coloquial hablamos más de manías que de obsesiones utilizando este último término para definir una fijación perturbadora.

Controlar el trastorno obsesivo compulsivo es posible

Los dos grandes miedos del ser humano son la muerte y la locura. Ambos implican un punto de no retorno. También indican una pérdida de autocontrol. El miedo a la locura es lo que lleva a muchos enfermos a negar sus obsesiones o al menos la gravedad de sus síntomas.

Lo cierto es que no todos los síntomas obsesivos son de la misma gravedad. La sintomatología obsesiva se puede comparar con las muñecas matrioskas que todos conocemos. Estos muñecos se van encerrando uno dentro del otro hasta encontrar el más pequeño. El TOC es el nivel más grave y se manifiesta con obsesiones incapacitantes.

Muchas personas que padecen TOC se sienten avergonzadas e incómodas y por eso no buscan ayuda. Es igualmente cierto que no es raro pedir ayuda y quedar decepcionado por los resultados obtenidos.

Muchos médicos atendieron a sus pacientes con las mejores intenciones, pero no estaban capacitados para brindar estrategias y herramientas efectivas para el tratamiento. La relación con el sistema sanitario genera muchas veces sufrimiento sentimientos de culpa desánimo y desconfianza. Por tanto, el paciente pierde la esperanza y la confianza en su capacidad para controlar el TOC.

La verdad es que todavía no existe una cura efectiva. Sin embargo, los psicólogos pueden ofrecer herramientas útiles para controlar el TOC. De hecho, el tratamiento más utilizado se basa en la terapia cognitivo-conductual.

Terapia para controlar el trastorno obsesivo compulsivo

Las terapias que forman parte de la corriente cognitivo-conductual incluyen elementos que favorecen la recuperación de las personas que padecen trastorno obsesivo compulsivo. La investigación realizada por el Dr. Lewis demostró que el terapia cognitivo conductual produce cambios positivos en la actividad cerebral (Yaryura-Tobias y Neziroglu 1997).

La terapia cognitivo-conductual proporciona las herramientas necesarias para que una persona maneje sus obsesiones sin tener que ceder a las compulsiones (comportamientos que alimentan las obsesiones). La práctica continua y el uso de técnicas y habilidades aprendidas durante la terapia permiten al paciente gestionar mejor los síntomas del trastorno.

El éxito del tratamiento conductual depende de la motivación del paciente y de la práctica diaria. La medicación y la terapia van de la mano para mejorar los efectos del tratamiento. El medicamento reequilibra los niveles de serotonina preparar al paciente para la terapia.

¿En qué se basa la terapia cognitivo-conductual para el tratamiento del TOC?

La técnica principal para controlar el TOC es la exposición con prevención de respuesta. (ERP). El propósito de la exposición es calmar la ansiedad y el malestar asociados con las obsesiones mediante un proceso llamado habituación. Este es un proceso natural que detiene el comportamiento compulsivo.

En muchos casos esta técnica se realiza mediante exposiciones prolongadas para calmar la ansiedad que se siente en la vida real y en situaciones (compulsiones) que producen acciones rituales. Por ejemplo, se puede pedir a la persona que toque un objeto que teme sin que luego se lave las manos para calmar su ansiedad (caso de obsesión por la contaminación).

Gracias a la repetición de esta práctica el paciente se da cuenta de que las consecuencias no son desastrosas. También se da cuenta de que llega un punto en el que la ansiedad que siente comienza a desvanecerse de forma natural. Esto sucede porque el cuerpo desactiva naturalmente los mecanismos de alerta o proceso de habituación.

Teóricamente el ERP debe realizarse en etapas, pasos graduales que conduzcan al objetivo final de acostumbrarse por completo al objeto o situación temida. Esto se logra practicando una jerarquía de exposición que comienza desde la menor ansiedad hasta la mayor.

Prevención de acciones rituales y cambios cognitivos.

La prevención de acciones rituales tiene como objetivo disminuir su frecuencia. Se enseña a la persona a buscar alternativas a la compulsión ante los pensamientos que la atormentan.

El componente cognitivo de la terapia cognitivo-conductual implica cambiar pensamientos y creencias incorrectas. Sin embargo, hay que subrayar que esta terapia es útil cuando se combina con la exposición y prevención de acciones rituales. Por sí solo no ofrece resultados suficientes.

Conclusiones

Existen varias herramientas y enfoques que pueden ayudarnos a controlar el TOC. La mayoría de las intervenciones tienen como técnicas fundamentales la exposición, la prevención de respuestas y la modificación de respuestas. creencias

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