La adolescencia tardía, cada vez más común

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El fenómeno de la adolescencia tardía es una realidad cada vez más frecuente.

En el mundo actual, la edad de las personas parece tener cada vez menos peso. En cierto momento resulta que la vida no necesariamente se corresponde con los modelos teóricos que se nos brindan a lo largo de nuestra existencia. Tenemos pruebas de esto El fenómeno de la adolescencia tardía es una realidad cada vez más frecuente.

En primer lugar, debemos recordar que la adolescencia es esa etapa de la vida que actúa como puente entre la niñez y la edad adulta. Se trata de un período caracterizado por una gran inestabilidad emocional y la búsqueda desesperada de la propia identidad. Gran parte de los altibajos propios de esta fase dependen de los múltiples cambios corporales que se producen. Llega el período de madurez sexual y con él una actividad hormonal especialmente tormentosa.

Adolescencia

el concepto de adolescencia tardía tiene dos connotaciones. El primero indica el período que corresponde a los últimos años de la adolescencia; es decir, cuando todos los cambios han llegado a su fin y el joven está preparado para entrar de lleno en la edad adulta.

En el primer caso se trata de un término técnico mientras que en el segundo es simplemente una creación de la psicología popular.

La adolescencia tardía como concepto técnico

Los psicólogos del desarrollo dividen la adolescencia en tres fases. Adolescencia temprana (o preadolescencia) que va de los 11 a los 13 años y corresponde al período de la pubertad. Adolescencia intermedia (o adolescencia propiamente dicha) que va de los 13 a los 16/17 años. Y la adolescencia tardía que comprende el periodo comprendido entre los 15-17 años y los 21 años.

La adolescencia tardía es una fase caracterizada por una mayor estabilidad que las fases anteriores. La identidad está mucho más definida. Prevalece un gran idealismo y una enorme capacidad para crear ilusiones sobre el futuro. A veces las crisis surgen debido a las nuevas responsabilidades que los jóvenes adultos están llamados a asumir. El adolescente no siempre se siente preparado para afrontar todo esto.

A diferencia de lo que ocurre en las fases anteriores, durante la adolescencia tardía sentirse parte de un grupo más o menos estable no es tan importante. En esta fase tendemos a darle mayor importancia a las relaciones individuales. El relación con la familia se vuelve menos tormentoso. Prevalecen los grandes proyectos y el deseo de cambiar el mundo de la noche a la mañana.

Los eternos adolescentes

El término adolescencia tardía se utiliza ahora también para definir a los niños. Estados emocionales que presentan características típicas de la adolescencia pero que ocurren durante edad adulta .

La cuestión es que las distintas fases del crecimiento no siempre se suceden perfectamente como nos quieren hacer creer los esquemas teóricos. Hay circunstancias capaces de prolongar algunas fases o hacer que algunos rasgos típicos de la adolescencia o la infancia reaparezcan en la edad adulta.

La adolescencia tardía puede manifestarse de diferentes maneras. Se puede decir que el más frecuente es el caso en el que el adulto permanece como un eterno rebelde. Lleno de sueños pero sin metas concretas que alcanzar. Se resiste a adaptarse a la vida de adulto sin ningún motivo específico. No acepta el mundo tal como es pero al mismo tiempo no actúa de forma concreta y razonada para intentar cambiarlo.

En estos casos no es raro observar que la relación con los padres también sigue siendo tormentosa. Se acusa y se culpa a los padres pero al mismo tiempo es imposible que estos eternos adolescentes se separen de ellos a nivel emocional. A veces incluso terminan quedarse en la misma casa .

Mitos sobre el crecimiento

La mayoría de las veces son los propios padres los que no quieren que su hijo adolescente crezca. Más allá del vínculo afectivo, lo que les empuja a comportarse de esta manera puede ser su miedo a envejecer o a hacerse cargo de su propia vida. Estos padres se aseguran de que dependencia económica El impacto emocional y psicológico de sus hijos permanece en el tiempo.

En general La sociedad moderna ha construido un mito según el cual la juventud es la única etapa de la vida que vale la pena vivir. No es casualidad que la industria cosmética en la que buena parte de los productos están destinados a frenar el envejecimiento haya tenido tanto éxito. Hoy en día a muchos no les gusta la palabra adulto. Suena serio y sin vida. Da la idea de responsabilidad que es exactamente lo contrario de lo que sucede en la juventud.

Nada de esto es malo en sí mismo. Lo que es contraproducente es la renuncia a la autonomía y a la responsabilidad causado por seguir viviendo como adolescentes. Los adolescentes tardíos no tienen forma de comprender de qué son realmente capaces.

Nuestro potencial surge sólo cuando asumimos nuestras responsabilidades y conquistamos nuestros miedos. Si no lo intentamos, es probable que empecemos a sentirnos incómodos. A medida que pasa el tiempo nos sentiremos cada vez más inadecuados y sin darnos cuenta nos privamos de las experiencias más importantes.

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