
Saber disentir eficazmente es un arte muy útil. Evitaremos caer en la mera discusión, podremos hablar con destreza a nuestro interlocutor, evitando conflictos y definiendo nuestra postura con elegancia sin generar discusiones ni insultos. Sin duda es una herramienta basada en el desacuerdo inteligente que todos deberíamos saber aplicar en la vida cotidiana.
Seamos realistas si hay algo que la mayoría de nosotros no sabemos hacer es discrepar . Además, hoy en día todavía hay mucha gente que confunde los términos y piensa que esta palabra es sinónimo de discusión. Es un error y por ello hay que profundizar en su significado: disentir significa no estar de acuerdo con una idea u opinión y esto no tiene por qué implicar necesariamente una amenaza o una amenaza. ofensa .
Otro elemento a considerar es que estar en desacuerdo define lo nuestro en cierto sentido individualidad nuestra capacidad de tener nuestras propias ideas y no sólo defenderlo sino argumentarlo inteligentemente para enriquecer el proceso comunicativo y la propia relación.
Entonces en nuestra vida diaria No estar de acuerdo con alguien conduce inmediatamente a una polarización en la que los distintos sujetos involucrados creen que ocupan el puesto. verdad absoluto. Los comentarios parecen carecer de argumentos válidos y casi sin saber cómo iniciar una disputa donde nadie gana y todos pierden. Esto lo vemos a menudo en las redes sociales y también lo vemos en cualquier escenario político.
Por ello es recomendable aprender a discrepar de forma elegante y eficaz para evitar estas situaciones sin sentido. Veamos a continuación las 4 estrategias para conseguirlo.

Estrategias para estar en desacuerdo de manera efectiva
1. El arte de tener la mente tranquila
Las personas que saben discrepar de forma eficaz y con gran habilidad conocen ante todo un secreto muy sencillo: para estar en desacuerdo efectivamente es necesario tener una mente calma es necesario escuchar profundamente al interlocutor y comprender que nada de lo que se dice debe entenderse como un ataque personal.
Desde el momento en que una persona percibe los mensajes que se le dirigen como un amenaza Comienza la discusión y todo se complica. Es decir, si la persona que tengo delante me dice que el color más bonito del mundo es el verde, no debo pensar que me está despreciando por el simple hecho de que me guste el color amarillo.Por lo tanto, una buena idea sería moverse con la mente abierta y relajada, tratando de no llevar los argumentos de la otra persona a un nivel emocional precisamente porque No estar de acuerdo no significa menospreciar la opinión de los demás.
2. Estar en desacuerdo es un ejercicio que aporta muchos beneficios
En nuestra vida diaria muy a menudo nos encontramos con personas que están acostumbradas a ver el mundo desde su propio punto de vista y sólo desde ese punto de vista. Razonar con estas personas puede llegar a ser realmente difícil, lo sabemos, tanto que a veces por cansancio o por no querer perder el tiempo nos decimos que es mejor quedarnos callados y estar de acuerdo que, naturalmente, decir no estoy de acuerdo con tu idea.
no estamos equivocados Aprender a estar en desacuerdo de manera efectiva nos permite hacer varias cosas. El primero es reafirmar nuestra identidad, nuestra autoestima y nuestras opiniones. El segundo es volvernos mucho más sociables, mejorar nuestras relaciones y ser siempre coherentes con lo que sentimos, decimos y hacemos.
En el mundo de las organizaciones y del trabajo es común decir que si en una reunión hay 10 personas y todas están de acuerdo, probablemente haya más de 9 en ese grupo. Es decir, el jefe no necesariamente tiene que tener siempre la razón. El desacuerdo genera ideas genera riqueza de ideas genera capital humano...
3. Presta atención tanto al tono como a las palabras.
Muchas veces cuando hablamos con alguien y optamos por no estar de acuerdo o contradecir algo, un concepto o una idea, nuestro tono de voz cambia y levantamos la voz. Precisamente en ese momento nuestros argumentos ya no tendrán ningún peso porque ese tono amenazador desencadenará una discusión y creará un momento de tensión.
Para evitarlo, lo mejor es trabajar la regulación emocional. Debemos entender una vez más que no estar de acuerdo con algo no debe interpretarse como una ofensa. Prestemos atención a esta emocionalidad y tratemos de moderar nuestra voz.
4. La hipótesis de Paul Graham
Pablo Graham Cómo estar en desacuerdo. En él nos explica que para aprender a disentir eficazmente debemos entender que hay ciertos niveles que son más útiles y otros que son menos útiles como el del insulto y la ofensa.
Para ser eficaces y discutir con elegancia debemos mantener en esa cumbre esa excelencia argumentativa que podemos aprender con el tiempo.

Como vemos en este gráfico, las áreas en las que deberíamos concentrarnos para poder gestionar las divergencias son las 4 primeras. A partir del quinto y con la tonalidad amarilla llegamos al ataque a la crítica y a la ofensiva.
En cada una de nuestras conversaciones cuando tengamos que contradecir a nuestros interlocutores lo ideal sería obtener lo siguiente:
- Proporcione argumentos constructivos y útiles sobre el meollo del desacuerdo.
- Mostrar a la otra persona con argumentos contrarios y razones por las que a nuestro juicio no tiene razón Es necesario saber contraatacar con agilidad y elegancia.
- Mostrar a la otra persona que lo que piensa o defiende no tiene pruebas concretas y fiables (muy útil por ejemplo cuando alguien nos dice que esto es cierto porque todos piensan así).
Para concluir queremos añadir sólo un detalle: todos sabemos que aprender a contrarrestar no siempre es fácil. Muchas veces llevamos este tema al terreno emocional y ahí perdemos el control. Debemos entender que la discrepancia no es un ataque sino una gran oportunidad para llegar a acuerdos. para aprender de los demás y alcanzar grandes metas.