
¡Deberías ver el vaso medio lleno! o ¡Siempre ves el vaso medio vacío!. En este artículo analizaremos este dicho tan común. Si profundizamos en esta expresión encontraremos la motivación adecuada para cambiar nuestro punto de vista. No parece mala idea ¿verdad?
En este sentido, la psicología positiva se ocupa del estudio del bienestar y la salud personal en diferentes contextos adversos. Esta disciplina tiene en cuenta diversas variables como saludo bienestar y prevención de enfermedades físicas y mentales . Se ha difundido desde finales del siglo XX gracias a Martin Seligman, ex director de Asociación Americana de Psicología
¡Cambia tu punto de vista! Apuesta por el vaso medio lleno
Tenemos un gran poder sobre nosotros mismos, somos nosotros quienes tenemos el control de nuestras conductas y sobre todo de nuestros pensamientos. . A veces, sin embargo, lo más sencillo es dejarnos llevar por el primer pensamiento que nos viene a la mente y que va en dirección contraria a la que debemos seguir. Seguramente a ti también te habrá pasado.

Pensamientos de este tipo, negativos en cuanto al efecto que producen, muchas veces dependen del cansancio acumulado tras una jornada de trabajo, problemas familiares o preocupaciones personales. Sin embargo Los pensamientos negativos serían un mero hecho mental anecdótico si los ignoramos. en lugar de seguirlos hasta el precipicio, una especie de cementerio de elefantes donde se reproducen.
¿Y si en lugar de centrarnos en los pensamientos negativos nos dejamos guiar por los positivos? ¿Y si en vez de ver el vaso medio vacío empezáramos a verlo medio lleno? Cambiar de perspectiva es mucho más sencillo de lo que crees. Una vez generado el primero pensamiento positivo esto nos llevará irremediablemente a un lugar completamente diferente al cementerio de elefantes donde habrá otros pensamientos similares.
Son pensamientos que se alimentan unos de otros y sobreviven por inercia.
la luz roja
Ahora intenta cerrar los ojos e imaginar esta situación. Cada vez que conduces a casa te encuentras con un semáforo en rojo. . Cada vez es rojo como si lo hubieran hecho a propósito para molestarte. Evidentemente llegas más tarde a casa ya cansado después de un día de oficina a la que, además, sólo puedes llegar en coche.
Un día regresas a casa con un amigo. Cuando estés cerca del semáforo, empieza a decir: ¡Otra vez el semáforo en rojo! No sé por qué, pero nunca puedo llegar allí cuando está verde. Tu amigo te sonríe y dice: ¡Me alegro de que sea rojo!
En ese preciso momento te das cuenta de que ante una misma situación todos prestan atención a diferentes elementos, cada uno con una perspectiva diferente. La luz roja para algunas personas puede ser una fuente de estrés y quejas mientras que para otros es una oportunidad para detenerse a admirar el mar o el paisaje o disfrutar de la compañía de un amigo o del programa de la radio.
Son estos últimos los que ven el vaso medio lleno. Simplemente miran más allá de lo que tienen delante y disfrutan del momento que están viviendo sin anticipar consecuencias negativas futuras.