La niña que descubrió su luz interior

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Esta historia habla de una niña que descubrió su luz interior al ver brillar una estrella. Les confieso que la pequeña soy yo y la historia está inspirada en la que mi madre me contó con paciencia y amor cuantas veces fue necesario. Siempre le estaré agradecida por enseñarme a tener el coraje de seguir mi estrella y apreciar mi luz interior.

Cuando tienes una luz interior puedes verla desde fuera.

-Anaïs Nin-

La niña que descubrió su luz interior

Había una vez una niña de grandes ojos azules y cabello oscuro a la que le encantaba jugar con los suyos. amigos . Su juego favorito era el escondite. en la mayoría de los casos estaba mirando. Cuando tuvo que esconderse, eligió un escondite cercano porque se cansaba cuando tenía que correr largas distancias.

Pero a ella no le importaba PERDER . Sus amigas solían buscar escondites muy originales: entre los árboles detrás de los coches aparcados algunos incluso intercambiaban chaquetas intentando engañar a los demás... todas estas pequeñas cosas la hacían reír y apreciar el juego.

Hasta que un día Llegó una chica nueva que seguía burlándose de ella por haber perdido y también invitándola a buscar un escondite lejano. . La pequeña empezó a sentirse triste pero de todos modos siguió jugando.

Al final, ante la constante insistencia del recién llegado, accedió a esconderse en el parque lejos del lugar donde podría salvarse. Esa vez no perdió pero llegó a meta tan agotada que tuvo que dejar de jugar y volver a casa. .

Mientras caminaba a casa se puso cada vez más triste y comenzó a llorar. Cuando cruzó el umbral de la casa mucho antes de lo habitual, su madre se acercó a ella y le preguntó: – ¿Por qué? llorar ¿mi niña?- La pequeña le explicó a su madre lo que había pasado con el recién llegado y el juego . No podía parar de llorar y repetir que era diferente a los demás niños y que se sentía sola.

La estrella más brillante

Su madre la tomó de la mano y sin decir nada la llevó al balcón de su pequeña casa. Una estrella brillaba frente a ellos, era la estrella más brillante de todo el cielo. Pero parecía estar sola, no se veían otras estrellas a su alrededor. La madre sacó un pañuelo blanco del bolsillo y secó las lágrimas de su hija. Agarró con firmeza y delicadeza la barbilla de la pequeña, levantándole la cabeza mientras señalaba aquella estrella.

-¿Ves esa estrella? – le preguntó la madre a su hija con una sonrisa.

-Sí, es muy hermosa y brilla mucho.- Respondió la pequeña con mucha curiosidad.

-Esa estrella eres tú. – Dijo la madre con convicción.

-Pero mamá, ¿esa estrella está muy sola?-

-No está sola, simplemente brilla tanto que no puedes ver las otras estrellas. Pero aunque no podamos verlos, están ahí.-

-¿Realmente tengo tanta luz? – Preguntó la pequeña secándose las lágrimas que aún brotaban de sus ojos y comenzando a sonreír.

-Tienes tanto que algunas personas se asustan. . Pero otros te amarán precisamente por tu luz. Nunca dejes de ser tú misma, hija mía. Tú vales mucho.-

-Gracias mamá. Te amo.- La pequeña le dio un beso a su madre y la abrazó fuerte.

recuerda la luz

A partir de ese día siempre que fuera triste su madre la acompañó al balcón para que pudiera ver la estrella y recordar su luz. Poco a poco la pequeña fue creciendo. Y empezó a salir sola al balcón a buscar su estrella.

Con el tiempo le bastó con mirar al cielo dondequiera que estuviera para encontrar siempre la estrella que le recordaba su luz. esa niña hoy es mujer y gracias a esta historia nunca podrá olvidar que su estrella sigue brillando en el cielo para guiarla en su camino .

Las historias nos dan lecciones útiles que podemos recordar fácilmente para afrontar la adversidad y disfrutar más de lo que nos ofrece el destino o de lo que conquistamos con nuestras propias fuerzas. Esta historia nos recuerda que es necesario vivir un momento de oscuridad para ver la luz.

Para que la luz brille tanto tiene que haber oscuridad.

Francisco Bacon

Las estrellas siempre han guiado a los hombres cuando se sienten perdidos dibujando mapas en el cielo. Su brillo nos recuerda lo pequeños e insignificantes que somos pero al mismo tiempo también nuestra grandeza. . Ver las estrellas que brillan cada vez más a medida que cae la oscuridad nos hace comprender que el ser humano puede brillar con luz propia.

En este cuento la pequeña, con la ayuda de su madre, ve su luz interior reflejada en el brillo exterior de una estrella y se da cuenta de que .

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