Mi hijo hace berrinches, ya no lo soporto

Mi hijo hace berrinches, ya no lo soporto; esta afirmación es recurrente en las sesiones de psicología infantil . No obstante, es extremadamente importante que los padres regulen las emociones de sus hijos y mantengan la calma al menos hasta que los niños puedan hacerlo de forma independiente.

En este artículo te ofrecemos algunos consejos para ayudar a los más pequeños a regular su enfado. También ayudaremos comprender mejor el funcionamiento del cerebro del niño en las primeras etapas de la vida y el papel de los padres para ayudarle a alcanzar la madurez emocional. Así dejarás de decir: ¡mi hijo hace berrinches, ya no lo soporto!

Los niños y las rabietas

Las rabietas se encuentran entre las manifestaciones más temidas por los padres: gritos y patadas en el supermercado o en plena calle. Escenas que muchas veces provocan culpa, vergüenza, enfado y sobre todo impotencia.

se trata de una expresión de frustración y malestar de los niños que aún se encuentran en la fase preverbal de desarrollo y madurez emocional y por lo tanto no puede comunicarse de ninguna otra manera. Esta situación generalmente mejora a partir de los cuatro años. Es decir, es una fase completamente natural en el desarrollo del niño por lo que no debe ser motivo de vergüenza ni preocupación.

Es un punto de partida hacia la regulación autónoma de la ira. La forma en que los personajes de referencia reaccionan y gestionan su enfado o frustración es la clave del aprendizaje. Intenta analizar tus reacciones cuando tus hijos hacen berrinches.

Mi hijo hace un berrinche: ¿por qué no lo soporto?

Las rabietas de los niños pueden resultar especialmente molestas : reacciones excesivas lugares inoportunos voz alta... También es probable que durante estas manifestaciones experimentemos una sensación de impotencia creciente que corre el riesgo de destruir nuestra capacidad de gestionar las emociones.

Eso es neuronas espejo especialmente cuando se trata de una persona querida para nosotros como es el caso de los niños.

A esto se suma que los niños viven en su propio pequeño mundo formado también por preocupaciones y deseos. A menudo resulta difícil para la mente adulta comprender por qué un niño reacciona de determinada manera si sus deseos no son satisfechos inmediatamente. Lógicamente, si se comparan con los problemas de un adulto, los suyos son insignificantes.

Pero es importante hacernos esta pregunta: ¿por qué no podemos tolerar que nuestros hijos hagan berrinches? ¿Qué relación tenemos con la emoción de la ira? . O mejor dicho, ¿cómo gestionamos esta emoción con qué intensidad la sentimos y también cómo reaccionaban nuestros padres cuando éramos nosotros los que hacíamos berrinches?

¿Qué hacer cuando tu hijo hace un berrinche?

Durante la infancia y la adolescencia aprendemos a regular nuestras emociones. Hasta que se superen estas etapas el área prefrontal del cerebro, que controla el regulación emocional – no se desarrolla completamente .

Hasta este momento, por tanto, los padres tienen el papel de apoyo externo en la gestión de las emociones. Es decir, las figuras primarias del niño actúan como referentes en el control de esa ira que los niños no son capaces de sostener por el momento.

Se espera que este rol de control externo refleje una regulación adecuada para que el niño pueda aprender a ejercerlo de forma independiente y exitosa.

Consejos para gestionar las rabietas

A continuación te damos algunos consejos para poner en práctica cuando tu hijo hace un berrinche.

Se su espejo. Para bien o para mal todos somos un reflejo de nosotros mismos. figuras de apego . La forma en que manejes tu frustración o enojo influirá directamente en cómo lo harán tus hijos. Si usted reacciona levantando la voz cuando su hijo hace un berrinche, probablemente eso moldeará su actitud de manera similar. Pero siempre puedes utilizar este principio a tu favor: habla en voz alta delante de él.

Sus razones importan. A veces reaccionamos con enojo ante algunas rabietas como por ejemplo por un juguete roto o porque no pueden ver su programa favorito. Por tan poco no podemos entender sus reacciones. Es importante recordar los niños que éramos: seguramente a los 4 o 5 años hubiera sido importante para nosotros también. Intenta pensar como un niño; lo has sido, todavía no se han convertido en adultos.

Enséñales las expresiones de ira más adecuadas.. Algunos padres regañan a sus hijos cuando muestran enojo cruzándose de brazos o yendo a otra habitación. Gritar o golpear no son expresiones apropiadas de ira porque lastiman a otros; sin embargo hacer pucheros, llorar o no querer hablar son mucho más apropiados.

¿No lo hacemos también nosotros cuando nos enojamos? Muestre a los niños las manifestaciones de ira más adecuadas y cómo darles espacio. No olvides que hay un espacio para todos emociones pero no para todas sus manifestaciones.

Cuando mi hijo haga un berrinche lo apoyaré

Durante la infancia aprendemos a regular emociones como enojo . Hay períodos especialmente críticos en los que los niños son más irascibles, en parte debido a una cierta inmadurez cerebral. No poder gestionar sus emociones. Es extremadamente importante que los padres actúen como reguladores externos. manteniendo la calma.

No tolerar las rabietas es común en muchos padres que viven estos eventos con estrés. No poder entender por qué se enojan por cosas triviales aumenta la sensación de frustración.

En estos momentos los padres deben desempeñar su papel de educadores: ser modelos en el manejo de la ira y reconocer las emociones del niño. Es igualmente importante permitir que el niño exprese su enfado ; ganando control sobre su expresión pero sin reprimir la energía y el mensaje de la emoción sentida.