Monstruos de la razón: la psicología de las pinturas negras de Goya

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Saturno devorando a sus hijos El aquelarre de las brujas Duelo rústico... El ciclo de pinturas negras de Goya aún hoy nos deja boquiabiertos. ¿Qué le llevó a crear pinturas tan espantosas y misteriosas al mismo tiempo? ¿Qué se escondía en la mente del pintor aragonés?

La psicología de las pinturas negras de Goya sigue siendo un enigma. El conjunto de pinturas misteriosas y truculentas que decoraban las paredes de la Quinta del Sordo fueron con una cosmogonía única producto de una mente afligida, por momentos desesperada pero decidida en un contexto histórico marcado por la represión.

¿El tormento que aquejó a Francisco Goya fue provocado por un trastorno psicológico? ¿O fue más bien el resultado del aura desesperada que acompaña a la edad, la sordera y la violencia inmanentes en una España sacudida por los acontecimientos históricos?

Quizás fue una combinación de todos estos factores. No podemos dejar de pensar en cómo funciona el proceso creativo de un artista: los dolores de la vida se plasman en el lienzo, transpirando incluso desde la gama cromática.

Las catorce obras que forman parte del ciclo de Las pinturas negras de Goya representaron un cambio radical en su trayectoria. Nacido como el maestro del color y la luz, terminó su carrera en la oscuridad y las sombras. El que había sido el retratista más reconocido de la sociedad de la Ilustración española acabó decorando su casa con rostros deformes burlescos y demoníacos.

Puede ser que estas figuras sirvieran para sacar a relucir todas las sensaciones, pensamientos y horrores vistos en su pasado. Casi sin saberlo, Goya se anticipó a la pintura contemporánea con sus figuras intencionadamente deformadas y los tonos oscuros y vibrantes de un alma en dolor, allanando el camino al expresionismo.

Psicología de las pinturas negras de Goya

Bermellón oropimento blanco plomo, negro carbón, azul de Prusia y distintos tipos de ocre. Estos fueron los pigmentos preparados por el propio Francisco Goya y con los que crearon las obras que adornaron las paredes de la Quinta del Sordo. Gracias a diversos documentos históricos y testimonios de la época, sabemos incluso dónde se encontraban las pinturas.

Estaban en el piso superior de la casa. Duelo rústico Romería a la fuente de San Isidro Fantástica visión de Átropos e Dos mujeres y un hombre. Los cuadros más oscuros y aterradores estaban extrañamente dedicados al comedor Ubicado en planta baja y destinado a reuniones sociales.

allí estaban Saturno devorando a sus hijos La peregrinación a Sant'Isidro El aquelarre de las brujas Leocadia Dos ancianos Judith y Holofernes.

El pintor no se preocupaba por el alboroto que causaba a sus invitados ni por el hecho de que pudieran denunciarlo; No olvidemos que Goya siempre fue una figura incómoda para la Inquisición y la institución eclesiástica en general que veía en él a un artista dedicado a retratar las perversiones de quienes detenían el poder.

La psicología de las pinturas negras de Goya tiene como principal objetivo el de comprender qué le llevó a crearlas. ¿Qué lo impulsó a crear pinturas tan oscuras?

Surgen dudas sobre su estado de salud y si padecía por algún motivo trastorno mental si lo movía una ola de emoción oscura o si simplemente quería dejar una huella para la posteridad (concretamente a su sobrino a quien dejó la Quinta del Sordo). Analicemos algunos aspectos relacionados con su obra para comprender su mundo interior.

El sueño de la razón produce monstruos: el síndrome de Susac

Para entender el Goya de las pinturas negras Es interesante centrarse en primer lugar en el ciclo de 80 obras de caprichos que anticiparon un cambio en la vida del artista Aragonés. En aquel momento el pintor ya padecía una rara enfermedad de origen autoinmune: el síndrome de Susac.

El síndrome se presentó a los 46 años, debilitando rápidamente su salud física y psicológica. Migraña constante, náuseas y alteraciones visuales... factores todos ellos que favorecieron el desarrollo de una nueva gama cromática en la vida del maestro aragonés: la de la oscuridad y la angustia.

Una de las consecuencias neurológicas de esta rara enfermedad fue sin duda la sordera. Las facultades sensoriales de Goya se deterioraron, perdiendo garbo, luz, sonido, esperanza...

Al igual que la sociedad en la que estaba inmerso. caprichos fueron el primer paso hacia el mundo del inconsciente que le llevó a dar forma a elementos grotescos monstruosos y fantásticos como nunca antes.

En estos grabados Goya manifiesta el reflejo de supersticiones de la gente sencilla de la época los que creían en demonios, brujas y fantasmas. Criaturas nocturnas que invadieron el sueño de los personajes ilustrados.

El delirium tremens de una mente brillante pero enferma

La obra de Francisco Goya (1746-1828) estuvo habitada en gran medida por personajes inquietantes. ¿Fue quizás reflejo de un trastorno mental? En absoluto. Fue la creación excepcional de un artista capaz como ningún otro de reflejar las injusticias de la sociedad decadente en la que él mismo vivía. Una sociedad que lo desesperaba.

Pocos maestros del arte han podido transmitir el mismo tormento interior, la misma soledad, la sensación de miedo y desesperación. Cuando Goya llegó a su casa de campo de la Quinta del Sordo Los recuerdos todavía pululaban en su mente. el sonido de los tiroteos, el dolor del exilio, el ardor de una sociedad vil y desleal.

La psicología de las pinturas negras de Goya revela su sufrimiento por la vida y su enfermedad.

Propio como nos explica la Dra. Ronna Hertzano de la Universidad de Maryland, el síndrome de Susac es el resultado de una inflamación cerebral. Esto provoca alucinaciones y reducción del flujo sanguíneo a los ojos y oídos. De ahí la sordera, los problemas de visión y el sufrimiento del pintor.

En el ciclo de pinturas negras no hay luz porque ya no había esperanza para Francisco Goya. Era un hombre desesperado que sufría en un mundo igualmente caótico. Su Saturno devorando a sus hijos o Judit y Holofernes Ellos eran las figuras mitológicas utilizadas posteriormente por Freud para sus teorías.

El registro simbólico de estas obras es una fiel representación del lado más siniestro y atávico del ser humano. D nuestros impulsos más oscuros.

Goya supo dar forma a su mundo interior gracias a sus lienzos, ayudándonos a descubrir el lado más oscuro de nuestra naturaleza, ese que no siempre nos gusta ver.

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