
Cuando nos dejamos abrumar por la ansiedad, todo parece más borroso. El miedo a perder el control se apodera de nosotros porque dejamos que nuestras emociones más adversas tomen el control del timón mientras el pensamientos intrusivos pintan un escenario amenazador del que debemos defendernos. Son momentos en los que tememos hacer daño a alguien, momentos límite que debemos saber gestionar.
No te sorprenderá saber que perder el control es uno de los miedos más comunes que experimenta el ser humano. Por ejemplo, lo padecen aquellos que viven una situación estresante en el trabajo y que temen que en cualquier momento toda la tensión acumulada durante un tiempo en silencio acabe explotando de la peor manera.
-Colina de Napoleón-
Los padres también sufren Son situaciones en las que se vive con el miedo de perder el control en cualquier momento y reaccionar con una palabra o gesto de más. frente a las personas que más quieres.
Nadie es ajeno a esta realidad. Como si bien es normal que en la vida cotidiana el factor miedo esté presente en este u otro aspecto, no es de recibo atribuirle todo el poder. Es como vivir con otro yo dentro de nosotros, un Sr. Hyde que en cualquier momento puede sacar a la superficie la peor versión de nosotros mismos.

Cuando le das todo el control a la ansiedad
Roberto atraviesa una etapa de su vida llena de altibajos y dominada por la ansiedad. Después de casi un año de desempleo y
Durante el almuerzo del fin de semana pasado su hermano hizo un pequeño comentario sobre su situación y él lo interpretó de la peor manera posible. Respondió impulsivamente de manera desproporcionada, reaccionó con enojo, levantó la voz y dijo una serie de malas palabras de las que ahora se arrepiente. La comida terminó con las lágrimas de su madre y un portazo de su hermano. Nuestro protagonista sabe que tiene un problema pero carece de recursos para gestionarlo adecuadamente…
Es posible que esta situación no se conozca por lo que lo primero que hay que entender es cómo ansiedad altera nuestro comportamiento, nuestros pensamientos y nuestro estilo de respuesta ante determinados estímulos. Veámoslo en los siguientes párrafos.

El demonio de la ansiedad y su mecanismo de acción
Cuando un individuo se encuentra ante un exceso de preocupaciones, miedos e incertidumbres, su cerebro desarrolla una interpretación un tanto primordial: ten cuidado, todo lo que te rodea es una amenaza. Seguir tal conclusión determina la existencia de una sola salida: defenderse de todo y de todos.
- Experimentamos una sensación de irrealidad muy molesta, como si todo no fuera auténtico y ajeno a nosotros (despersonalización).
Cómo gestionar el miedo a perder el control
Una sugerencia que leemos a menudo en los libros de autoayuda es la idea de que independientemente de cuál sea la situación, cada uno de nosotros tiene la posibilidad de reaccionar de una manera u otra. Elegir el camino correcto es nuestra responsabilidad. Bueno, aunque el mensaje pueda parecer bastante sugerente Cuando una persona sufre de ansiedad le resulta muy difícil determinar cuál es el camino correcto.
Una mente ansiosa no piensa, reacciona. Una mente ansiosa no tiene control total sobre sí misma y por lo tanto no siempre es capaz de tomar las mejores decisiones. Todo esto nos obliga a comprender lo difícil que es gestionar estas situaciones y que las buenas intenciones no bastan cuando hay un nudo en nuestro interior que nos impide respirar y piensa con claridad.
En el siguiente párrafo reflexionaremos sobre qué estrategias son las más adecuadas para combatir el miedo a perder el control.

Pasos para evitar que la ansiedad tome el control
Recuperar el control sobre nosotros mismos es posible, sólo hay que trabajar en ello.
 
             
             
             
             
             
             
             
             
						   
						   
						   
						   
						   
						   
						  