
La maldad humana existe y se caracteriza por una atención exagerada a los propios beneficios personales. Este rasgo de personalidad se puede identificar y medir en base a las 9 características del llamado factor D.
Al parecer los seres humanos parecen estar biológicamente orientados hacia la sociabilidad, la empatía y la atención hacia sus semejantes. Sólo así es posible sobrevivir como grupo y progresar como especie. Sin embargo, sabemos con seguridad que el maldad humana existe e incluso hemos logrado entender su origen común capaz de darle una explicación llamada factor D.
El mal puede tener numerosas caras. Philip Zimbardo, psicólogo social y expresidente de la Asociación Estadounidense de Psicología (APA), señala que En la base de la malicia no está sólo el simple deseo de menospreciar, humillar, controlar y dañar al prójimo.
A lo largo de la historia Andrej Chikatilo ; de asesinos en serie como Hitler y Stalin o incluso de aquellos como Charles Manson que cometieron actos atroces además de haber empujado a otras personas a cometer crímenes.
Sin embargo, el concepto de maldad tiene algo de naturaleza críptica y es silencioso, a menudo mucho menos sensacionalista que las historias dramáticas que asociamos con los personajes mencionados anteriormente o las historias que leemos en las novelas policiales. porque lamentablemente La malicia también puede venir de las personas más cercanas a nosotros: desde la dirección de la empresa en la que trabajamos, desde los políticos que nos gobiernan, desde los padres que maltratan a sus hijos y desde los niños que maltratan, humillan y atacan a sus compañeros.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que existen varias condiciones que pueden mediar en estas dinámicas agresivas. Neurólogos, psiquiatras y psicólogos siempre se han preguntado por la posible existencia de un denominador común capaz de dar explicación a la mayoría de estas conductas.
La respuesta parece ser realmente positiva. uno interesante estudio en el que el Este concepto sería capaz de abarcar y describir todos los comportamientos pertenecientes a la esfera más oscura de la personalidad humana.
Aquellos que luchan con monstruos deben tener cuidado de no convertirse en monstruos al hacerlo. Y si miras durante mucho tiempo un abismo, el abismo también mirará dentro de ti.
-Friedrich Nietzsche-

De Charles Spierman a la teoría de la maldad humana
Han pasado más de 100 años desde que el psicólogo Charles Spierman logró un avance crucial en la comprensión de la inteligencia humana. Según su enfoque conocido como teoría bifactorial, todo ser humano está dotado del Factor G entendido como una inteligencia general que incluye todas nuestras capacidades cognitivas.
No importa a qué prueba estemos sometidos o qué actividad realicemos, este constructo es la esencia del comportamiento inteligente en cualquier situación sin importar su peculiaridad. Pues bien, partiendo de esta concepción, el psicólogo cognitivo Morten Moshagen de la Universidad de Ulm decidió junto con sus colegas ir más allá.
Moshagen y sus colegas decidieron verificar si existe un factor común presente en cada uno de nosotros también en lo que respecta a la maldad humana. Un factor presente en menor o mayor medida dependiendo de la persona. Así, realizando un estudio detallado y escrupuloso sobre una gran muestra de más de 2500 personas, obtuvieron resultados significativos. Parece que en realidad existe un componente común al que llaman Factor D definido por las llamadas 9 características oscuras.
Estas características que están presentes en mayor medida sólo en personas que exhiben comportamientos malvado o agresivo.

El factor D y la maldad humana
El factor D determina la tendencia psicológica a anteponer siempre los propios intereses Los deseos y razones personales de uno sobre cualquier otra cosa, ya sean personas u otras circunstancias, importan poco. Al mismo tiempo abarca el amplio espectro de comportamientos que identifican la maldad humana.
Además del estudio mencionado, se realizaron otros cuatro análisis para corroborar (o refutar) la fiabilidad y validez del factor D. Todos los análisis han demostrado la utilidad de este factor para medir el grado de maldad de cada individuo.
Por lo tanto, tenemos una herramienta adicional para medir la maldad humana que puede integrarse con escalera de Michael Stone
Las 9 características del factor D
- Narcisismo . Entendida como la excesiva admiración por uno mismo y la búsqueda perpetua del propio bienestar.

Ingo Zettler coautor de esta investigación señala que El Factor D puede entenderse como esa personalidad oscura que incorpora la mayoría de estas características. bienestar
Las personas con factor D también tienden a justificar sus acciones. Como se puede ver estas ideas barren todas las explicaciones neurobiológicas y sociales que puedan estar detrás de estas acciones. Por tanto, el factor D representa una herramienta psicológica válida para reconocer y medir la maldad.
Sin embargo, vale la pena recordar aquí una cita de Fyodor Dostoievski: no hay nada más fácil que condenar a una persona mala, nada más difícil que comprenderla.