
Cada día de nuestra vida es fruto de lo que llevamos con nosotros. Incluso si eliminamos de nuestra conciencia los acontecimientos que ya han ocurrido, todos permanecen presentes en la persona que somos hoy y en la persona que seremos mañana. Por eso es tan importante sanar las heridas emocionales del pasado.
Las heridas emocionales son muy similares a las físicas. . Si sanan y cicatrizan, dejan una cicatriz pero nunca vuelven a doler. Por otro lado, si no se tratan correctamente provocarán molestias. Pueden reabrir o incluso empeorar.
Cuando sanamos los recuerdos de nuestra vida el presente se ve diferente.
-Bernardo Stamateas-
Muchos piensan que basta con olvidar lo sucedido con no pensar en ello o no darle importancia. Sin embargo, no basta simplemente con decidir hacerlo. En la práctica todas las heridas emocionales del pasado se mantienen a través de un proceso inconsciente . Analicemos tres huellas emocionales que pueden seguir gravitando alrededor de nuestra vida e influir en ella de forma negativa.
1. Heridas emocionales relacionadas con la autoestima
El amor propio a veces se ve seriamente cuestionado por experiencias pasadas. Las diferentes formas De rechazo Generan sufrimiento independientemente de las condiciones en las que ocurren. . Dañan a cualquier ser humano.

Cuando este rechazo es sistemático, se produce a una edad temprana o proviene de figuras muy queridas, se convierte en un trauma emocional difícil de sanar. . Sufrir burlas, ser ridiculizados, menospreciados, criticados constantemente o culpados sin motivo alguno: son todas situaciones que causan daño a quien las sufre.
El daño a la autoestima puede pasar factura a toda su vida. En algunos casos son heridas emocionales que nunca sanan del todo. Sin embargo con una preparación adecuada siempre es posible que dejen de ser una roca en confianza en ellos mismos sobre la asertividad y el sentido de optimismo ante la vida.
2. Heridas emocionales asociadas a la autonomía
Heridas emocionales relacionadas con autonomía inquietud . La situación habitual es que alguna figura con poder sobre un individuo haya ejercido una dominación arbitraria, dañando así la autonomía personal del otro.

Estas heridas corresponden a todas aquellas acciones encaminadas a limitar la libertad y la capacidad de decidir . Ocurren cuando una persona es frecuentemente corregida y castigada por razones poco claras. E incluso cuando constantemente te desaprueban o te exigen que des cuenta de tus acciones hasta el más mínimo detalle. Lo mismo cuando te tratan como a una persona inútil o incompetente.
Estas heridas emocionales del pasado crean muchas dificultades a la hora de tomar la iniciativa o decidir sobre diferentes aspectos . Vuelven a la persona sumisa y pasiva o por el contrario extremadamente rebelde sin motivo aparente.
3. heridas emocionales ligadas al afecto
Las heridas emocionales que tienen mayor peso son las de afecto, es decir cuando la persona fue víctima de abandono distanciamiento o aislamiento emocional . Son los padres quienes infligen estas heridas. Es posible que ellos mismos hayan sido víctimas de prácticas similares y las repitan con sus hijos sin ser plenamente conscientes de ello.
Las heridas relacionadas con la falta de afecto llevan a la persona a sentirse inmensamente sola en muchas circunstancias . Particularmente en aquellos donde se siente vulnerable. Genera la percepción de no ser importante para nadie. También crea la idea de ser poco comprendido o aceptado.

Estas heridas emocionales también generan graves consecuencias. La principal consecuencia es que uno se convierte en una persona altamente desarrollada. empleado de otros. Siempre necesitas recibir la aprobación de los demás. Intentamos complacer a los demás, a veces incluso olvidándonos de nosotros mismos. El estado de ánimo es muy variable dependiendo de la actitud de los demás.
Todas estas heridas emocionales del pasado obstaculizan la vida. Suelen bloquear el crecimiento y la evolución en uno o más aspectos de la personalidad. . Por eso es muy importante pagar la cuenta con ese pasado que a veces pesa demasiado en la vida cotidiana del presente. El camino para llegar allí es un proceso de reflexión que lleva a tomar conciencia de lo sucedido y del impacto que tuvo.
 
             
             
             
             
             
             
             
             
						   
						   
						   
						   
						   
						   
						  