
El abandono de un padre provoca un enorme vacío emocional en un niño. Este gigantesco agujero acaba aislando y deprimiendo y destruyendo la estabilidad emocional de toda la realidad de los niños.
Gracias a los estudios realizados sobre el apego en los últimos años sabemos que unos vínculos emocionales sanos garantizan el desarrollo de una vida plena en la que reine las relaciones sanas, la buena autoestima, la seguridad y la confianza en los demás. El apego inseguro, en cambio, nos relega a la incertidumbre baja autoestima y desconfiar de las personas que nos rodean.
Un vínculo emocional negativo entre padres personalidad .
En este artículo intentaremos arrojar algo de luz sobre esto para que sepas cómo reordenar tu realidad emocional.

Define a tus padres y tus relaciones caracterizadas por el abandono
Hoy en día hablamos de relaciones familiares con más facilidad que en el pasado. Sin embargo, si ha tenido que lidiar con un padre ausente que ha abandonado a la familia por cualquier motivo, entonces se encontrará ante algo indescriptible.
En estos casos si te hacen una pregunta sobre la tuya padres lo único que puedes hacer es dudar en bajar la mirada y responder de forma vaga y evasiva. Esta es una clara señal de la dificultad para definir el vacío sentimental y gestionar las cicatrices que deja el abandono.
Al respecto hay que decir que existen tantos tipos de abandono como tantos casos en el mundo. Veamos los más comunes:
- El padre emocionalmente ausente pero físicamente presente.Si prestas atención a la realidad socioemocional que te rodea, notarás que esta forma de educación es muy común.
- El padre que te abandonó antes, durante o después de la niñez.el dolor de abandono físico y emocional elegido por las figuras de referencia como los padres permite que germinen semillas muy importantes durante la maduración. Es difícil gestionar la realidad que uno se ve obligado a vivir en estos casos. Por otro lado, ¿cómo puedes aceptar que una persona que debería acompañarte durante la mayor parte de tu vida decida alejarse de ti?
- El padre que te abandonó física o emocionalmente durante tu juventud o edad adulta.Lo más probable es que llames traición a esta forma de abandono. Para llegar a este punto, se necesita un procesamiento verbal particularmente consciente.
- La ausencia casi total de la figura paterna o materna. Aquí hay varios subcasos:
- El padre que murió prematuramente y que no tuvo la oportunidad de desempeñar un papel en tu vida.
- El padre que murió pero a quien usted conocía. Dentro de este perfil el deseo y la idealización crean un vacío particular.

La gestión del vínculo destruido o destructivo
El procesamiento psicológico a nivel emocional y a nivel del pensamiento no sólo depende del niño sino también del entorno que le rodea. La sombra del padre ausente es siempre una pinza para la vida familiar.
No es fácil aceptar que uno de tus padres, un referente por excelencia, ya no esté en tu vida. Es por eso su ausencia tiene una influencia muy fuerte a la hora de determinar nuestra evolución emocional.
Es posible que dependiendo de nuestra posición en la jerarquía familiar, otro miembro de la familia asuma el rol de padre incluso sin serlo. compasión o por necesidad. También puede ocurrir que seamos los primeros en sentir la necesidad de gestionar determinadas situaciones.
Pero ¿qué es un padre? Esta es una reflexión eterna con implicaciones complejas. Lo más natural es pensar que el padre emocional es también quien nos dio la vida; sin embargo, este no es siempre el caso.

Es bueno especificar que dependiendo del momento evolutivo y de las circunstancias relativas al abandono asumiremos ciertas cualidades, compromisos, responsabilidades y roles que no son los nuestros . Cabe recordar que:
- Si el progenitor fallece a una edad temprana (0-6 años) es difícil alcanzar la plenitud emocional propia de esta etapa en la que nos comprometemos a crecer .
- Si el abandono tuvo lugar en la segunda parte de la infancia (6-12 años) la capacidad de consolidar las bases de un apego saludable se verá socavada, si no destruida.
- La infancia y la adolescencia son momentos evolutivos en los que la personalidad aún no está bien estructurada, por ello la ansiedad, la tristeza y el dolor por una pérdida marcan profundamente nuestra forma de ser y de relacionarnos con los demás. En otras palabras, es la génesis de una desestructuración interna que por naturaleza no debería haber ocurrido. Por ello se trata de un hecho especialmente traumático que marcará nuestra esencia y nuestra capacidad de interactuar con los demás.
- Cuando el abandono se produce durante la juventud o la edad adulta, el procesamiento necesario adquiere distintos matices. La ausencia y el abandono por parte de los padres provoca inconsistencias en la personalidad y en la capacidad de establecer relaciones.
Si intentamos expresarlo con palabras, el fenómeno del abandono es aún más sangriento: la realidad no se anestesia sino que se pinta de una manera aún más oscura. Nuestro armadura se vuelve más duro y al mismo tiempo más frágil, complicando el proceso de reconstrucción.
Conocemos los secretos, nos damos cuenta de la realidad y sabemos leer entre líneas, pero Nunca estamos dispuestos a separarnos de la idea del padre como mentor, protector y héroe.

Aliviar el dolor de vivir con una pérdida
No hablamos de superar la pérdida sino de vivir con ella. Puedes superar la pérdida de un juego de claves de tu juego favorito, pero Superar la pérdida de un padre es imposible.
Esto hay que aceptarlo porque si intentamos convencernos de que la pérdida de nuestro padre no nos afectará, construiremos castillos en el aire. Es irreal creer que algo con tanta carga emocional pueda resultarnos indiferente.
Procesar y gestionar la huella del abandono de los padres requiere del perdón individual y familiar lo cual no siempre es sencillo. Si nuestro núcleo castiga continuamente a la figura materna o paterna, si notamos dolor en el progenitor que permanece en el nuestro hermanos o en nuestros abuelos probablemente trasladaremos todo ese sufrimiento dentro de nosotros mismos.
Entender esto significa avanzar significa ser capaz de separar el dolor de los demás del propio. Evidentemente los dos sufrimientos forman un cóctel que de alguna manera nos hará vulnerables para siempre.
Pero si delimitamos el sufrimiento y aislamos cada hecho podremos comprender mejor los acontecimientos. Esto nos ayudará a no permitir que proliferen el dolor y las emociones que acompañan a este fenómeno y a recorrer nuestro camino emocional con paso ligero.