Trastorno de fantasía compulsiva

Tiempo De Lectura ~7 Mínimo

Tener siempre la cabeza en las nubes puede considerarse un trastorno psicológico en toda regla llamado trastorno de fantasía compulsiva . Es como si la mente se ausentara por un momento para dar espacio a las más variadas e intrincadas fantasías. Es evidente que esta desconexión, este alejamiento de la realidad circundante, repercute en la capacidad del individuo para asumir sus responsabilidades tanto en el trabajo como en el ámbito privado (nutrición, higiene personal, etc.)

A todo el mundo le ha pasado que a veces le pasa soñar despierto, de ello no hay duda. Soñar despierto a lo largo del día es una manera como cualquier otra de escapar de la rutina de los problemas que nos oprimen es como si 5/6 veces al día sintiéramos la urgente necesidad de cerrar una puerta detrás de nosotros y refugiarnos en nuestra imaginación. Estas huidas sistemáticas de la realidad no deben considerarse patológicas; al contrario, representan una práctica sumamente saludable y a veces necesaria.

Es simplemente un mecanismo de defensa, una estrategia para escapar de un suceso traumático que nos atormenta. Cuando empezamos a hablar entonces de trastorno de fantasía compulsiva ?

El cerebro necesita estas fantasías de este mundo imaginario en las que refugiarse de vez en cuando para aliviar el estrés pero también para crear un espacio en el que reflexionar y dar rienda suelta a su creatividad.

A nuestra mente le encanta divagar. Como sabemos, en el cerebro podemos distinguir diferentes áreas entre ellas la corteza cerebral y la sistema límbico . Son precisamente estos últimos los que nos dan el impulso de distanciarnos de la realidad para gestionar un poco mejor nuestros sentimientos y reflexionar mejor sobre nuestras decisiones.

Aunque la mayoría de las personas son capaces de controlar estos momentos de escapismo algunas personas no pueden reprimir este impulso y pasan buena parte del día fantaseando;

Trastorno de fantasía compulsiva: cuando las fantasías se convierten en una trampa

Fantasear no es un hábito negativo, sin embargo en el caso de las fantasías compulsivas la situación cambia. El uso continuo de la fantasía es una señal de alarma que indica un trastorno mental latente que es necesario esclarecer. Reconocer este trastorno es muy difícil pero aún más difícil es aprender a vivir con él.

Precisamente por ello existen diversos foros y grupos de apoyo como Red de mentes salvajes donde los pacientes que padecen esta patología pueden compartir la

Por otra parte, parece oportuno subrayar que Hasta la fecha, el trastorno de fantasía compulsiva aún no se ha incluido en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5). Sin embargo, a la luz de los estudios sobre el tema y de los casos confirmados, es muy probable que se incluya en un futuro bastante próximo, sobre todo gracias al compromiso de una persona en particular: el Dr. Eliezer Somer de la Universidad de Haifa en Israel.

Es un psiquiatra que desde 2002 hasta hoy ha analizado cientos de casos, observando síntomas y experimentando terapias que en muchas ocasiones han dado excelentes resultados. Veamos los síntomas asociados al trastorno de fantasía compulsiva:

    Imaginar historias con una trama exageradamente compleja.
    Las fantasías son tan vívidaslo suficientemente realista como para llevar al individuo a empatizar hasta el punto de gesticular o asumir determinadas expresiones.
    El sujeto pasa la mayor parte de su tiempo fantasear Soñar con este mundo paralelo y por ello muchas veces deja de prestar atención incluso a cuestiones básicas como la alimentación y la higiene personal.
    Dificultad para asumir las propias responsabilidades.tanto en el contexto académico como laboral pero también a nivel interpersonal.

Cabe recordar que Las fantasías patológicas pueden crear una especie de adicción. La sensación de tener que dejar de lado o interrumpir la ensoñación para dedicarse a actividades de la vida real genera una sensación de ira, un estado de ansiedad que muchas veces va acompañado de un malestar general.

Remedios contra las fantasías compulsivas

El Dr. Eliazer Somer es también el creador de una especie de unidad de medida que permite a los médicos diagnosticar esta condición clínica. Esta es la escala de ensoñación desadaptativa

Sin embargo, se debe prestar la máxima atención para no confundir este trastorno con otras patologías como esquizofrenia y la psicosis también se caracterizan por la presencia de fantasías continuas y el sentimiento de separación de la realidad.

Antes de establecer el tratamiento más adecuado para el paciente, es necesario comprender el evento que provocó la aparición de la patología. A menudo, los trastornos de este tipo forman parte de un cuadro psicológico extremadamente complejo.

  • Las personas que han vivido un evento traumático ven la fantasía como una vía de escape.
  • La depresión también puede provocar estos trastornos.
  • Incluso el
  • Los síntomas de este tipo también se observan en personas con trastorno obsesivo compulsivo o un trastorno límite

Una vez identificada con certeza la patología en cuestión, dependiendo de las necesidades de cada paciente y del evento que desencadenó la reacción, el médico indicará la terapia farmacológica y psicoterapéutica más adecuada. En términos generales Uno de los remedios más eficaces parece ser la fluvoxamina, un antidepresivo. En cuanto al apoyo psicológico, la terapia cognitivo conductual es uno de los métodos más eficaces.

En el tratamiento del trastorno de fantasía compulsiva el terapeuta:

  • Se intenta suscitar en el paciente nuevos intereses que le impulsen a liberarse de fantasías y entrar en contacto con la realidad circundante.
  • Da citas al paciente en horarios preestablecidos, subrayando así que se espera que aprenda a gestionar mejor su tiempo.
  • Intenta identificar el posible desencadenante de estos momentos de alejamiento de la realidad.
  • Ayudar al paciente a incrementar su nivel de atención.

Aunque para algunos pueda parecer exagerado definir un fenómeno común como tener la cabeza en las nubes como un trastorno, pareció oportuno subrayar que alejarse demasiado de la realidad puede ser perjudicial para el bienestar de cada individuo. No involucrarnos en lo que sucede a nuestro alrededor puede alejarnos de nosotros mismos a la larga y nadie merece vivir así.

Entradas Populares