Motivación para aprender.

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La motivación para aprender es fundamental en los procesos educativos para fomentar actitudes positivas y crear un clima propicio para el crecimiento.

La motivación para aprender es uno de los aspectos esenciales que se deben tener en cuenta dentro de todo sistema educativo . Ayudará a los estudiantes a enfrentar las tareas y desafíos diarios. Es por tanto un elemento necesario para garantizar una educación de calidad.

La existencia de una alta variabilidad interpersonal es el primer aspecto a tener en cuenta cuando se habla de motivación para aprender . De hecho, cada estudiante tiene su propia motivación y enfoque de la educación. Por este motivo, no existe una receta mágica única que motive a todos los estudiantes de la misma manera. Sin embargo, un estudio de los factores de variabilidad puede ayudar a abordar el problema.

En este artículo explicaremos tres aspectos fundamentales de la motivación para el aprendizaje: Interés, autoeficacia y orientación a objetivos. .

Motivación del aprendizaje basado en intereses.

El interés del estudiante por el contenido de estudio es un aspecto esencial. En muchas ocasiones se subestima esta variable. Se supone que lo realmente importante es el esfuerzo que hacen los alumnos por aprender juntos a su nivel. resiliencia .

Pero es un grave error porque si un contenido es aburrido y pesado el esfuerzo realizado por el alumno será en gran medida improductivo . Por el contrario, cuando el tema se percibe como interesante, el esfuerzo se califica como positivo y satisfactorio para el individuo.

Por otro lado, para comprender en profundidad la interesante variable es importante considerarla desde dos puntos de vista. En primer lugar, el interés por un tema puede tratarse a nivel individual centrándose en las pasiones y inclinaciones detalles de cada individuo. O de forma situacional centrándose en lo interesante que es la forma de enseñar la materia.

Cuando se trata de intereses individuales, las conclusiones son generalmente obvias. Cuando un tema o tema atrae al alumno, su rendimiento aumenta significativamente . Esto se debe a que el interés promueve la exploración y conduce al razonamiento constructivo para comprender y profundizar lo que genera esa agradable curiosidad.

Si hablamos de interés situacional todo parece un poco más confuso. ¿Cómo se puede hacer que un tema sea más interesante? El filósofo y educador John Dewey (1859 – 1952) argumentó que los temas no se vuelven interesantes embelleciéndolos con detalles irrelevantes. Para que un tema sea considerado interesante es necesario realizar una instrucción que permita a los estudiantes comprender su complejidad porque el simple hecho de poder entender algo es fascinante para cualquier ser humano .

El problema surge cuando un tema no es adecuado para el alumno que no puede descifrarlo. Con el riesgo de que la información que le transmitan pierda su valor útil.

Motivación para aprender basada en la autoeficacia.

La autoeficacia es otro de los aspectos centrales en cuanto a la motivación para aprender. Se entiende como una expectativa o juicio personal sobre la capacidad para realizar una tarea. Es decir, la creencia de ser competente o no. Es importante no confundir los conceptos de autoeficacia y autoconcepto. El primero es el juicio específico sobre un asunto determinado. La segunda es una idea genérica sobre las características y capacidades de cada uno.

Una alta autoeficacia ayuda al estudiante a estar más motivado para aprender. Esto sucede porque ser bueno en algo provoca un sentimiento muy gratificante. . Por otro lado, una baja autoeficacia puede resultar muy negativa a nivel motivacional ya que el cerebro actúa como mecanismo de defensa. Intentará mantener alta su autoestima. Por ejemplo, el alumno perderá interés en realizar aquellas tareas en las que no puede dar lo mejor de sí.

En nuestro sistema educativo se da una excesiva importancia a los errores junto con la costumbre de contextualizar los éxitos. Respecto al primer aspecto, hay que tener en cuenta que al resaltar los fallos y errores, el castigo cobra mucha importancia.

Cuando el éxito se recompensa en referencia a los demás (Luca escribió el mejor ensayo de la clase, tienes que aprender de él) Los estudiantes menos buenos son humillados, dañando su autoeficacia. .

La mejor manera de gestionar la autoeficacia es realizar una instrucción basado en fortalecer las fortalezas de los estudiantes y mejorar las débiles. También se debe promover una evaluación del éxito basada en la superación personal.

Motivación para el aprendizaje basada en la orientación a objetivos.

La motivación de los estudiantes coincide con la orientación a objetivos. Estas son precisamente las razones o motivos por los cuales el estudiante desarrolla su conducta de aprendizaje. En este aspecto hay que tener presente que el proceso motivacional puede cambiar en función de los objetivos del estudiante. En el contexto educativo podemos identificar 3 objetivos diferente:

    Enfoque de desempeño: en esta categoría los estudiantes se destacan por intentar obtener las mejores calificaciones de la clase.
    Enfoque de evitación: los estudiantes tienen el objetivo de no reprobar o fracasar.
    Competencia: se refiere a estudiantes que intentan comprender el tema en profundidad para ser competentes en el mismo.

Precisamente en esta dimensión se pone de relieve otra grave falla del sistema educativo. Los estudiantes con metas de enfoque de desempeño tienden a lograr i votos mejor. Su motivación los impulsa a esforzarse por lograr los máximos resultados. . Por el contrario, quienes aspiran a la competencia no buscan las mejores calificaciones sino más bien un resultado de aprendizaje cualitativo.

Pero, ¿cómo es posible que quienes se preocupan por comprender la materia no siempre obtengan mejores calificaciones?

La respuesta está en el hecho de que para tener éxito según el sistema de evaluación actual es más fácil recurrir al aprendizaje de memoria que a la comprensión profunda . Y este principio lo aprenden rápidamente aquellos estudiantes que tienen objetivos de desempeño. Inevitablemente, quienes buscan competencia tendrán que hacer un esfuerzo adicional.

La motivación es un aspecto fundamental a considerar si se quiere impartir una educación de calidad. Sin embargo, no basta con conocer el tema sino que se necesita una aplicación adecuada de las estrategias y conocimientos adecuados. La motivación para aprender no significa sólo estimular la inspiración y el interés en los estudiantes, también debe hacerlos sentir capaces y capaces de comprender plenamente las diferentes materias.

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