Toma la iniciativa y haz realidad tus sueños.

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Quien toma la iniciativa es arquitecto de su propio destino: no espera que otros le abran el camino. Sólo así podremos descubrir por qué debemos atrevernos y actuar solos. ¿Por dónde empezar?

Tomar la iniciativa significa no sólo dar el primer paso para concertar una cita con la persona que nos gusta pero también rompe moldes y comienza tus propios proyectos. Es una habilidad social que requiere entusiasmo, intuición, creatividad y voluntad de anticiparse a los acontecimientos para superar las dificultades.

¿Quién lo desdeñaría? ¿Alguna vez te has oído decir: Lo que te falta es iniciativa? Así, y casi sin darnos cuenta, esa palabra se convierte en un deseo de añadir algo a la personalidad y al comportamiento y en un empujón para hacer realidad los sueños.

Virtudes Habilidades sociales Habilidades de liderazgo: podemos definir la iniciativa de muchas maneras pero ciertamente no se puede negar que o la tienes o no la tienes. La falta de iniciativa suele radicar en inseguridad personal y también con miedo . Tememos no exponernos a nosotros mismos y a los demás y descubrir que tenemos la culpa.

Sin embargo, no hay diferencia entre permanecer donde estamos y fracasar. Seguimos en el mismo lugar en el mismo territorio donde no pasa nada donde no avanzamos social, emocional o profesionalmente.

Para que nuestra realidad mejore y si queremos hacer realidad los sueños que pueblan nuestra mente y nuestro corazón tenemos que hacerlo. Debemos tomar la iniciativa.

Niño dando un salto al atardecer.' title='Toma la iniciativa y haz realidad tus sueños.
Cómo tomar la iniciativa y conseguir lo que queremos

Todos nos hemos sentido estancados entre las ganas de actuar y la sensación de no saber cómo o simplemente no poder atrevernos. Pedir un aumento decirle a alguien que nos gusta hacer un cambio en nuestra vida y empezar una nueva etapa… Tomar la iniciativa requiere más que coraje.

Significa sobre todo tener buena disposición y plan de acción . Porque puede parecer lo contrario pero la persona que tiene espíritu de iniciativa no improvisa y planifica.

Tal conducta requiere algunas estrategias que te animen a tomar la iniciativa.

Sintoniza tus emociones con el objetivo.

Algunas emociones no ayudan y no facilitan la tarea . Tomar la iniciativa suele provocar dos emociones: miedo y vergüenza. Tenemos miedo de fracasar y exponernos. Serán nuestros peores enemigos y, como tales, deben ser destruidos.

¿Cómo? En primer lugar estableciendo un diálogo con nosotros mismos para recordar lo que merecemos. Hay que tener claro que el miedo y la vergüenza nos incapacitan, desactivan nuestro potencial y distorsionan nuestra identidad. Por el contrario, el entusiasmo es una emoción excepcional que siempre facilita la iniciativa.

Planificar observar aprovechar la oportunidad

Tomar la iniciativa no es sinónimo de lanzarse con los ojos cerrados . La piscina podría estar vacía y corremos el riesgo de cometer un error que podríamos haber evitado.

Ser previsor y activo significa tener en cuenta el contexto, hacer predicciones, observar la situación desde diferentes ángulos y trazar un plan específico.

evitemos deja todo al azar . Para obtener lo que deseamos, la suerte ciertamente puede acompañarnos pero es bueno recordar que somos nosotros quienes lo creamos con compromiso, trabajo y originalidad.

A veces sólo hace falta pedir ayuda para tomar la iniciativa

Es nuestra responsabilidad crear el presente y dar forma al futuro que deseamos. Sin embargo esto no quiere decir que no podamos contar con la ayuda y asesoramiento de un experto . Seguramente hay alguien a nuestro alrededor que puede poner de su parte para facilitar esta transición.

Además de eso es posible que conozcamos a alguien que haya tenido la misma experiencia y pueda asesorarnos. mantengamos uno mente abierta escuchamos las opiniones de otras personas tomamos en cuenta otras perspectivas para tomar una decisión juntando todos los datos posibles.

Toda gran victoria comienza con las pequeñas batallas ganadas cada día.

La gente emprendedora no improvisa y no lo arriesga todo. En otras palabras, si me gusta una persona no puedo decirle lo que siento de la noche a la mañana. La conquista es parte de la seducción diaria.

Lo mismo se aplica en cualquier otro escenario. No puedo pedirle un aumento a mi jefe si primero no le he demostrado mi valía. Tampoco puedo hacer un cambio radical en mi vida a menos que cierre algunas puertas y abra otras. El secreto es proceder poco a poco y abordar cada situación con carisma e ingenio. demostrando en cada contexto cuánto valemos y quiénes somos.

Habrá momentos en los que tendremos que dar un paso atrás. Pero eso es bueno: significa aprender algo, evaluar nuevas opciones y verlo todo desde una perspectiva más amplia para ganar más impulso.

En esencia, se necesita algo más que tomar la iniciativa. coraje : se trata de saber planificar, tener paciencia y gestionar bien nuestras emociones para llenarnos de coraje y entusiasmo. Actuar impulsado por impulsos no sirve, al contrario sí sirve para reflexionar y actuar inteligentemente.

Todos podemos entrenarnos para tener más iniciativa y conseguir lo que queremos o crear la vida que queremos.

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