Mi pareja no me ayuda en la casa: los dos colaboramos

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Mi pareja me ayuda con las tareas del hogar. ¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase? Esta expresión ahora anticuada trae consigo una categorización de género implícita que ahora necesita ser reformulada. En casa nadie debe ayudar a nadie porque hay una responsabilidad común y un trabajo en equipo.

En nuestra sociedad, a pesar de los avances, los cambios de mentalidad y todos los pequeños pasos dados en materia de igualdad de género, las raíces del modelo de familia patriarcal . Una sombra que aún se esconde detrás de la forma de pensar de muchas personas o en la inercia del lenguaje en el que sigue perviviendo la idea de que el hombre es quien tiene que ganar el dinero y la mujer es quien tiene que cuidar la casa y cuidar a los niños.

Los hombres y las mujeres deben sentirse libres para ser fuertes. Ha llegado el momento de ver los dos sexos

-Discurso de Emma Watson en la ONU-

Hoy en día Pensar que la responsabilidad de las tareas del hogar y de los hijos recae exclusivamente en las mujeres es una idea anticuada. un recuerdo del pasado que ya no tiene –o al menos– debería tener ningún sentido.

También es cierto que no es posible defender indefinidamente un reparto de tareas siempre 50/50. Debemos tomar en consideración que cada pareja es un mundo en sí misma, cada casa tiene su propia dinámica y son sus miembros quienes tienen que establecer cómo dividir compromisos y responsabilidades en función del tiempo disponible. El trabajo de los dos socios es uno de los factores que sin duda determinará cómo se deben gestionar los compromisos de forma justa, cómplice y respetuosa.

¡Te invitamos a reflexionar sobre ello con nosotros!

Los tiempos han cambiado (al menos un poco)

Los tiempos han cambiado: ahora somos diferentes, somos personas nuevas, más valientes y con muchos más retos que afrontar que nuestros abuelos. La brecha salarial entre mujeres y hombres o la igualdad de oportunidades son algunos de los factores que aún sufren una fuerte desigualdad entre los sexos . Se trata de luchas complejas que las mujeres todavía estamos llevando a cabo.

Sin embargo, en lo que respecta a las responsabilidades del hogar, las tareas domésticas y el cuidado de los niños, se han logrado grandes avances hacia la igualdad de género. Es obvio que cada uno de ustedes tendrá su propia experiencia personal y que en cada país, cada ciudad y cada casa hay una situación diferente que influye en nuestro punto de vista sobre el tema.

De hecho, la agencia de noticias británica Reuters publicó hace unos años un interesante estudio con un título provocativo Tener pareja supone 7 horas más de trabajo a la semana para una mujer . Esta frase es una clara indicación de que la desigualdad en el desempeño de las tareas domésticas sigue siendo un problema incluso si se han logrado avances en comparación con los datos recopilados en 1976, en los que la diferencia era de 26 horas.

Si bien hace unas décadas la mujer asumía por completo su rol de ama de casa, hoy su figura finalmente ha abandonado el ámbito doméstico y está presente también en los ámbitos públicos que alguna vez fueron territorio exclusivo de los hombres. Sin embargo compartir los mismos espacios no siempre significa haber obtenido las mismas oportunidades ni los mismos derechos.

A veces muchos mujer asumen responsabilidad en ambas esferas. A su carrera profesional suma, por tanto, toda la responsabilidad del hogar y la educación de sus hijos.

Si bien es cierto que en el caso de las tareas del hogar muchas veces el papel de los hombres es igualitario y ambos miembros de la pareja colaboran No ocurre lo mismo con respecto al cuidado de personas dependientes. Hoy en día el cuidado de personas mayores o hijos con discapacidad recae casi exclusivamente en la mujer.

Tareas del hogar y arreglos diarios.

Las tareas domésticas no son un deber exclusivo de . Planchar no es una tarea de madres y desatascar un fregadero no es una tarea de padres. Mantener una casa tanto financiera como

El dato curioso es que aún hoy seguimos escuchando mujeres que dicen Mi marido me ayuda en la casa o hombres que dicen que ayudo a mi pareja a lavar los platos . Quizás, como sugerimos antes, se trate de una simple inercia lingüística, pero esto delata un rígido esquema patriarcal integrado en nuestras mentes en el que cualquier tarea se tiñe de rosa o azul.

Los acuerdos diarios y la división equilibrada traen armonía a ese rutina domestica lo que tan fácilmente nos lleva a discusiones. Solo toma un momento llegar a Nunca haces nada o Cuando llego a casa estoy cansado. Los acuerdos no deben hacerse por un simple criterio de igualdad ni en base a roles de género sino más bien

Si mi pareja trabaja todo el día y yo estoy en paro o he decidido libremente que quiero quedarme en casa para cuidar a los niños, no puedo exigirle que me haga la cena y tienda la ropa. Asimismo, la educación de los hijos no puede ser responsabilidad de un solo padre. Mamá no tiene la obligación de ser una súper mamá. Un niño es responsabilidad de las dos personas que han decidido traerlo al mundo, sin olvidar que ambos padres deben servir de modelo, demostrando por ejemplo que cocinar es territorio de nadie.

Hacer la cama, sacar al perro o limpiar la casa no significa ayudar a mamá o papá pero es una responsabilidad compartida.

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