
Todos tenemos una fobia o conocemos a alguien que la tiene; ¡Así que aprendamos a superar nuestras fobias!
Algunas pueden referirse a cosas que no nos afectan en la vida cotidiana y por lo tanto podemos vivir tranquilamente ignorándolas. Por ejemplo, tener fobia a las serpientes o a las ratas no nos provocará especial ansiedad en el día a día si vivimos en la ciudad.
Fobia a conducir ( amaxofobia ) por otro lado, esto podría representar un problema o una fobia a volar si tienes que volar con frecuencia por motivos de trabajo. Por este motivo es importante trabajar la ansiedad provocada por algunos estímulos realmente inofensivos que a su vez generan conductas de evitación que alimentan el pánico... ¡Descubramos cómo hacerlo!
El hombre que tiene
-Alain Emile Chartier-
Cómo superar nuestras fobias
La causa de la fobia es la ansiedad.
La ansiedad es la emoción que aparece cuando tenemos una fobia. Por eso, ante todo debemos aprender a contener su intensidad cuando se manifiesta. Para este propósito podremos descubrir qué nos provoca esta fobia ya que en ocasiones las fobias se basan en creencias erróneas. Al desmantelar estas creencias, la fobia desaparece. . Del mismo modo, puede ayudarnos a adquirir habilidades para gestionar la situación que tememos.

Veamos un ejemplo concreto: si tenemos miedo a los perros quizás creamos que todos son peligrosos. Sin embargo, investigando descubriremos que en realidad este no es el caso. Además, si descubrimos cómo comportarnos con los perros para regular su comportamiento en diferentes situaciones Tendremos más recursos para usar cuando nos encontremos en contacto con ellos. Estos recursos nos darán seguridad y disminuirán nuestro nivel de ansiedad ; por lo que la amenaza ya no nos parecerá tan grande.
Nada en elvida
-Marie Curie-
Además de informarnos sobre las causas de la fobia y aprender a gestionarla, también es imprescindible utilizar toda una serie de herramientas más. Para ello puede ser de gran ayuda aprender a relajarse . Existen múltiples técnicas para hacer esto. se trata de encontrar el que mejor nos funcione en función del estímulo y de nuestras características personales.
El siguiente paso: exponernos al objeto de nuestra fobia
Cuando se manifiesta lo que provoca la fobia, también llega nuestra ansiedad. Sentimos que nuestro corazón late salvajemente. La respiración se acelera. Nos congelamos y nuestra atención es captada por el propio estímulo. Sólo queremos escapar y evitarlo. ¿Verdadero? Y de hecho esto es exactamente lo que hacemos. Y en ese momento la ansiedad disminuye... pero sólo hasta que vuelve a aparecer el estímulo fóbico y actuamos de la misma manera contra la ansiedad. Y así fortalecemos este método.
Está claro que esta estrategia evitación es eficaz a corto plazo pero no a largo plazo. Entonces, ¿qué podemos hacer? Tenemos que dejar de huir . Ciertamente parece difícil pero por eso mismo el primer paso es aprender a relajarnos y controlar nuestra ansiedad. Así cuando aparezca nuestra fobia seremos capaces de gestionar esta emoción negativa.

Para este propósito es necesario exponernos poco a poco al estímulo fóbico . Es decir que debemos preparar una lista de situaciones relacionadas con nuestra fobia y debemos ordenarlas de menor a mayor en función del nivel de ansiedad que nos provocan. Una vez que hayamos hecho esta lista debemos empezar a ponernos en estas situaciones sin huir de ellas.
Empezaremos por aquellas que nos provocan menor nivel de ansiedad y cuando nos demos cuenta de que está apareciendo esa sensación desagradable activaremos las estrategias que ya hemos aprendido específicamente para gestionarla (p. ej. relajación, atención disociada del estímulo, bloqueo del ciclo de pensamientos, etc.) en lugar de evitarla. Una vez lo hayamos superado estaremos listos para exponernos al siguiente de la lista. De este modo Nos daremos cuenta de cómo poco a poco podemos exponernos con tranquilidad a situaciones que antes nos provocaban una gran ansiedad.
Por último… ¡démonos un premio!
Cada vez que queramos transformar una conducta en un hábito debemos fortalecernos para poder activarlo. Y Por tanto, es muy importante reconocernos el derecho a una recompensa después de habernos expuesto a un estímulo fóbico y haber conseguido gestionar la ansiedad. sin huir de la situación. Después de todo, acabamos de vivir una situación desagradable… ¡nos lo merecemos!
De esta manera aumentaremos el nuestro. autocontrol Ante este primer instinto de escapar, pero no sólo.
Ansiedad
-A. Roche-
Superar nuestras fobias es relativamente sencillo si sabemos hacerlo y si activamos las técnicas correctamente que examinamos. Si crees que este problema está presente en tu vida es importante consultar a un psicólogo adecuado a tu caso que pueda guiarte en este proceso para que puedas retomar las riendas de tu vida… ¡Ánimo!
Imágenes cortesía de Aziz Acharki Tertia Van Rensburg y Connor McSheffrey.