Lóbulos cerebrales: características y funciones

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Todo lo que somos está escrito ahí mismo, en ese órgano fascinantemente complejo que refleja el proceso evolutivo de la especie humana. Obviamente estamos hablando del cerebro humano y de las funciones de lóbulos cerebrales . De hecho, todos los lóbulos son responsables de procesos específicos y en ellos residen nuestra conciencia, la articulación del lenguaje, la memoria, la regulación de las emociones, etc.

Antonio Damasio, célebre neurólogo portugués, nos lo explica en su libro titulado En busca de Spinoza que el cerebro es más que un simple conjunto de neuronas. De hecho, ni siquiera la clásica asociación entre este órgano y un ordenador parece explicar de la mejor manera su funcionamiento. El cerebro y el lóbulos cerebrales son el resultado directo de nuestra interacción diaria con el entorno externo.

El ojo absorbe imágenes y el cerebro les da forma

-Paul Cézanne-

Somos lo que vemos, percibimos y experimentamos, así como también cómo reaccionamos ante cada estímulo y circunstancia. El cerebro se moldea con cada experiencia y los lóbulos cerebrales son los protagonistas de este proceso en función de sus características. Identificarlos y comprender cada proceso que llevan a cabo nos ayudará a tener una visión más rica y completa del cerebro humano.

Los lóbulos cerebrales y sus funciones.

Cuando pensamos en los lóbulos cerebrales podemos cometer el error de imaginar dos estructuras independientes o muy distintas entre sí. Bien es importante subrayar que no existe una frontera clara entre ellos y que las cuatro grandes áreas que forman los lóbulos cerebrales siempre funcionan simultáneamente juntos o compartiendo información continuamente.

Por otro lado, cada lóbulo tiene ciertas características que lo distinguen pero esto no quiere decir que cada uno controle exclusivamente una determinada tarea. Muchas actividades y procesos se superponen en diferentes áreas del cerebro.

El funcionamiento de un ámbito no podría ser realmente eficaz sin la presencia de los demás. Como resultado, a menudo el daño cerebral que afecta a un ámbito concreto puede ser compensado por la actividad -más o menos eficaz- de los demás.

A veces, incluso los investigadores debaten sobre la existencia de una frontera bien definida entre un área del cerebro y otra. En cambio lo que podemos percibir casi a primera vista es que existen dos hemisferios : el derecho y el izquierdo.

Partiendo de esta premisa podemos afirmar que cada uno de los cuatro lóbulos que forman el cerebro cruzan ambos hemisferios . Por esta razón, los neurólogos suelen hablar con más precisión del lóbulo frontal izquierdo, del lóbulo frontal derecho, etc. Veamos cuáles son las características de los lóbulos cerebrales.

lóbulo frontal

El lóbulo frontal representa la esencia de la evolución de la especie humana. Situado en la parte frontal de la cabeza, justo debajo de los huesos frontales del cráneo y cerca de la frente, forma la parte dominante de nuestro cerebro, la que más tardó en formarse, evolucionar y aparecer. Entre las diferentes funciones que puede realizar encontramos:

    La producción del lenguaje y del habla gracias a zona en Broca Área con increíbles funciones que nos permite traducir pensamientos en palabras.
    Procesos cognitivos y funciones ejecutivas sofisticadas que nos permiten planificar
  • Comprender y reaccionar ante los sentimientos de los demás. hablemos de empatía .
    Mecanismo de regulación de la motivación y búsqueda de recompensa.: La mayoría de las neuronas del cerebro sensibles a la dopamina se encuentran en el lóbulo frontal.

lóbulo parietal

El lóbulo parietal se encuentra encima del lóbulo temporal y detrás del lóbulo frontal. Sus funciones son múltiples pero lo que define a esta área del cerebro es sobre todo su papel en la percepción sensorial y espacial, el movimiento corporal y el sentido de orientación.

En este lóbulo también se captura información relacionada con la mayoría de nuestros órganos sensoriales. Aquí el. es procesado y modulado dolor pero también el esfuerzo físico y la temperatura corporal.

Gracias al lóbulo parietal podemos comprender la naturaleza de los números. Por tanto, es destacable su relación con las habilidades matemáticas.

lobo occidental

Entre los 4 lóbulos cerebrales, el occipital es el más pequeño pero también el más interesante. Se encuentra cerca de la parte posterior del cuello y no tiene ninguna función real. Más bien es casi como la forma de conectar y organizar la mayoría de los procesos mentales. En detalle:

    Participa en los procesos de percepción y reconocimiento visual.
  • Tiene una función clave respecto al sentido de la vista. Su corteza regula diferentes áreas del campo visual como la que identifica patrones mentales para procesar información y enviarla a otras áreas del cerebro.
  • Ayuda a distinguir los colores.
  • También participa en el procesamiento de emociones y pensamientos.

lóbulo temporal

Casi pegado a los senos paranasales y a ambos lados del cerebro encontramos el lóbulo temporal que también es responsable de una gran cantidad de procesos cognitivos. Como hemos visto hasta ahora, es muy complicado asociar funciones muy concretas a cada una de estas estructuras. Son interdependientes e interconectados y hacen posible un equilibrio perfecto.

En particular el lóbulo temporal:

  • Nos ayuda a reconocer caras.
  • Permite la articulación del lenguaje y la comprensión de la voz y los sonidos del habla. música .
  • Promueve el equilibrio.
  • Participa activamente en la modulación de emociones como la motivación, la ira, la ansiedad y el placer.

lóbulo insular

Dijimos que nuestro cerebro está organizado en cuatro lóbulos. Bien Desde un punto de vista neuroanatómico hay muchos estudios que mencionan una quinta área. Estamos hablando de la isla, un lóbulo oculto situado inmediatamente debajo de los lóbulos temporal, frontal y parietal. Se trata de una zona especialmente escondida y difícil de localizar ya que se encuentra entre numerosos vasos venosos y arterias.

Se desconocen sus funciones exactas. Sin embargo, se han observado diversas alteraciones en esta zona del cerebro en pacientes que padecen epilepsia. Parece ser parte activa, por ejemplo, en la percepción del gusto, el control de los intestinos y el sistema somatosensorial. y parecería que también está asociado a nuestros procesos emocionales dado que también forma parte del sistema límbico.

Los lóbulos cerebrales trazan un fascinante mapa de procesos y conexiones donde es muy difícil establecer funciones precisas. Quizás de todos los lóbulos el más interesante podría ser el frontal.

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