
Cuando nos convertimos en nuestro peor enemigo, todo empieza a ir mal. Nuestros pensamientos son dardos envenenados y caemos en la autocrítica más despiadada y destructiva. Casi sin darnos cuenta construimos un muro que nos atrapa; comenzamos a implementar decenas de estrategias defensivas en la creencia de que de esta manera nadie podrá hacernos daño pero limitando nuestra vida al punto de lo imposible.
Antes de profundizar en la discusión sobre los enemigos internos, planteémonos una pregunta sencilla. ¿Cuándo fue la última vez que empeoramos las cosas para evitar o defendernos de una situación?
Por ejemplo, así se comporta alguien que teme que le hieran herido y decide permanecer frío y distante, perdiendo así oportunidades de las que luego se arrepentirá. O aquellos que se dejan guiar por la preocupación excesiva y el gusano de la duda. miedo paralizándose sólo para luego descubrir que lo que tanto temía no era tan grave e incluso podría ser maravilloso si tan solo se hubiera atrevido.
Si estas situaciones te resultan familiares Ya sabes lo que significa pegarse un tiro en el pie para vivir con tensiones que limitan tus pasos y favorecen resultados negativos. . Lo creas o no, el autosabotaje es una actitud muy común que debemos aprender a mantener bajo control.
Ni siquiera tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus pensamientos descontrolados.
-Buda-

Ser tu propio enemigo: cuando un ejército de feroces adversarios invade tu mente
Marco ha empezado a trabajar en una nueva empresa. . Está entusiasmado con su puesto pero al mismo tiempo se siente abrumado por la preocupación; teme no estar a la altura. Su ansiedad y su necesidad de parecer eficiente y productivo son tales que inmediatamente comenzó a trabajar horas extras y parecer muy competitivo . Se centra en sus objetivos casi con la fuerza de la desesperación.
Esta dinámica está provocando dos situaciones: la primera es una mala relación con los compañeros, la segunda es que la dirección ve a Marco como una persona incapaz de trabajar en equipo. Finalmente, su miedo a no dar una buena imagen de sí mismo a la empresa se hizo realidad.
Entonces, ¿cómo llegamos a esta dinámica? ¿Qué procesos psicológicos nos arrastran a una deriva personal tan común? Lo creas o no, la mayoría de nosotros tenemos un pequeño batallón de feroz enemigos en la mente a quienes a veces se les da demasiado golosinas . Los enemigos son los siguientes.
Cuando te conviertes en tu peor enemigo, un ejército de feroces adversarios invade tu mente y obstaculiza tu crecimiento personal.

Nuestros enemigos internos

Deja de ser tu peor enemigo: cómo hacerlo
Convertirnos en nuestros mejores aliados requiere un trabajo interior adecuado y necesitamos invocar a una entidad muchas veces olvidada: el amor propio . Esta tarea, esta delicada artesanía, requiere la capacidad de operar en distintas áreas en dimensiones precisas de nuestro crecimiento personal. Aquí algunas reflexiones:
Identificar la autocrítica innecesaria
Imagina tener un sensor, un detector de pensamientos inútiles. . Imagínate programarlo con este comando: bloquea todos los pensamientos que comiencen con no puedes no obtendrás nada
Luego debemos perfeccionar nuestro detector para que también bloquee los pensamientos distorsionados. como si hubieras fracasado en el pasado, es probable que ahora también fracases.
¿Qué imagen tenemos de nosotros mismos?
Piénsalo un momento e intenta anotarlo: defínete, describe la imagen que tienes de ti mismo.
Los errores o fracasos del pasado son humanos
Valiente no es aquel que evita cometer los mismos errores; Valientes son aquellos que aprenden de ellos y se permiten volver a intentar la misma empresa para obtener el resultado deseado. Por ello intentamos ver los fracasos como algo normal e incluso aceptable como un medio que nos permitirá obtener mayores herramientas para afrontar el futuro.
Por último, pero no menos importante asumimos una actitud más íntima con nosotros mismos y sobre todo más cariñosa . De nada sirve hacernos daño cerrando puertas y ventanas hasta quedarnos sin luz y sin aire. La vida está llena de posibilidades pero debemos sentir que merecemos las mejores cosas. Elijamos la excelencia y alejemos nuestros miedos.