Etapas del duelo al final de una relación

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Las rupturas implican un duelo que debe pasar por etapas como la aceptación, la culpa y el shock.

¿Cuándo me sentiré bien otra vez? Porque paso de la tristeza a enojo ¿tan rápido? Estas son las preguntas más frecuentes que se hacen las personas que están pasando por el dolor del fin de una relación. El final de una historia y el dolor que de ella se deriva son algunos de los temas más abordados por la psicología del mundo adulto.

Tras una ruptura sentimental, la persona pasa por diferentes fases que configuran un cuadro real de dolor. En este artículo te explicamos cuáles son estas fases que siguen al final de una relación.

Etapas del duelo al final de una relación

Fase 1: estado de impacto o shock

Es el comienzo del dolor, la fase en la que la persona no lo puede creer y aún no ha aceptado la ruptura y la nueva situación. Emocionalmente, en la fase de impacto o shock se observa una ausencia de reacción. La persona se comporta como si nada hubiera pasado.

La fase de negación es muy fuerte en las personas que han sido abandonadas, mientras que es menos evidente en aquellas que se han ido. Lo que pasa es que quien quiso escribir la palabra fin a relación ya ha pasado por la fase de negación y shock. Y por eso, quienes deciden poner fin a la historia ya han procesado la nueva situación y no están viviendo la fase de negación.

Una vez consciente de la ruptura, la persona es capaz de visualizar lo que está sucediendo y está preparada para afrontar la segunda fase de negar la pérdida.

La fase de negación es más evidente en las personas que han sido abandonadas mientras que es menos notoria en las que se han ido.

Fase 2: Negación de la pérdida

Entre las etapas de dolor que se atraviesa al terminar una relación se encuentra la de negación. La persona es consciente de lo que ha perdido pero no quiere aceptarlo. . Niega esta aceptación y fantasea con que la persona perdida regresará. Un ejemplo típico de esta fase es la idea de que la ruptura puede haber sido fruto de un error o la culminación de una discusión que se salió de control.

Durante la fase de negación, la mente intenta encontrar soluciones a los problemas para que la relación pueda sanar. Esta fase tiene una función adaptativa. Una función que pretende ganar tiempo para digerir la pérdida, poder seguir adelante con la rutina y los compromisos y ser cada vez más consciente de lo que ha cambiado.

Fase 3: tristeza profunda

En esta fase comienzas a vivir en primera persona la sensación de la ruptura. La persona empieza a darse cuenta de que algo ha cambiado y no volverá atrás. Y precisamente las consecuencias de esta pérdida son las que generan un profundo tristeza . Tristeza que va acompañada de una visión negativa del mundo del futuro y de uno mismo.

Esta fase parte de un mecanismo psicológico que sigue la Terapia Cognitiva de Beck para llegar a un estado de profunda tristeza y depresión. La tristeza es una emoción necesaria para comprender verdaderamente la pérdida. Una emoción que te ayuda a conectar con lo sucedido y poco a poco empezar a superar el dolor.

Fase 4: Culpa

Tras el fin de una relación, la fase de culpa es una de las más características. En otros tipos de sufrimiento, la culpa no emerge tan marcadamente. Y es precisamente esta fase la que resulta una de las más difíciles y complicadas de superar tras una ruptura.

La culpa genera verdaderos enigmas en los que uno se pregunta qué se podría haber dicho o hecho para provocar la ruptura. El pensamiento orientado obsesivamente

Cargar sobre tus hombros toda la culpa del fin de la relación es contraproducente y sobre todo muy injusto. La pareja no es más que un equipo formado por dos personas y en virtud de ello las responsabilidades ante una posible ruptura siempre son para compartir. Necesitamos reinterpretar el sentimiento de culpa que sentimos para entenderlo como una responsabilidad compartida y así poder dirigir nuestros pensamientos hacia el futuro.

Fase 5: Ira

Cuando la persona comienza a comprender que tanto las faltas como las responsabilidades no son sólo suyas, sentirá ira. Entre las etapas del duelo al final de una relación está la de la ira es lo más positivo el que da mayores beneficios porque si alguien desencadena este sentimiento en nosotros terminamos queriendo evitarlo y tratando de sacarlo de nuestra vida. . Y como estamos pasando por una ruptura, mucho mejor, ¿no?

¿Por qué la ira es la mejor emoción que puedes sentir tras el final de una historia? Porque la ira, bien canalizada, puede ser un motor muy potente. En primer lugar, te mantiene alejado de la persona perdida y este es un paso fundamental para superar el trauma. Mantener el contacto con tu ex tras la separación te empuja hacia fases de culpa y tristeza que difícilmente te permiten superar la crisis.

En el futuro tal vez puedan convertirse en buenos amigos, pero no durante las etapas del duelo. Dado que la ira ayuda a las personas a mantenerse alejadas de quienes les causan dolor, es esencial utilizar la ira para mejorar y pensar más en sí mismas. ¡Pero ten cuidado! No te quedes estancado en esta etapa. De hacerlo, la misma ira que nos protege acabaría volviéndose contra nosotros.

Fase 6: aceptación

Si ha experimentado y utilizado la ira de manera adecuada, pasará a la fase de aceptación. Las emociones en esta etapa no son del todo positivo o gratificante. Son emociones que te permiten ver lo sucedido como una experiencia dentro de tu propia vida con todos sus pros y contras.

Durante la fase de aceptación la persona comienza a tomar conciencia de lo que le ha sucedido a él y a sí mismo y a dirigir su mente hacia el futuro y no hacia el pasado. La aceptación es la forma definitiva de superar la ruptura y te ayuda a pensar en construirte un futuro.

Al final Es importante tener en cuenta que las etapas del duelo por el fin de una relación no son lineales y siempre están interrelacionadas. Para comprender la secuencia, los primeros momentos tras la aparición del dolor suelen ser indicativos. Básicamente, cuanto más reciente es la pérdida, más cambian las etapas del duelo. Puedes pasar de la fase 1 a la fase 3 y luego llegar a la fase 2 y luego a la 4.

Dependiendo de la intensidad con la que trabajes en la pérdida y la dolor cualquier descenso de una fase a otra será menos frecuente mientras que el avance de una fase a otra será más rápido. No te sientas inseguro y empieza a mirar el futuro con otros ojos.

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