A veces la tristeza se expresa con mal humor.

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Hay momentos en los que la esperanza se tiñe de pesimismo y el mal humor se convierte en ese incómodo compañero que lo cubre todo con su sabor amargo. La tristeza tiende a superar nuestras emociones positivas para aprisionarlas en forma de apatía crónica o de un malestar de larga duración detrás del cual en realidad se esconde una depresión.

El distimia o trastorno distímico . A pesar de ello, en ocasiones sus síntomas son tan imperceptibles que

Son pocas las veces que nos detenemos a comprender qué se esconde detrás del mal humor porque normalmente basta con evitar a la persona que lo padece y que lo proyecta sin intentar entender qué se esconde detrás de esos labios caídos y esa amargura que quizás esconde mil tristezas.

Otra cosa que debemos tener claro es que no todas las depresiones son iguales. . Cada persona se encuentra rodeada de una realidad específica que debemos saber individualizar y a la que debemos prestar la debida atención. Pese a ello, cuando hablamos de distimia sabemos bien que estamos ante una personalidad en la que el desaliento y la amargura representan una enfermedad muy real.

Hoy te hablamos exactamente de esto. .

Distimia: una forma muy sutil de depresión

Un aspecto que es necesario aclarar es que La tristeza en sí misma no es sinónimo de depresión. así como el mal humor no siempre es reflejo de un mal carácter. Los trastornos depresivos se caracterizan por matices muy delicados pero la distimia es una subcategoría que tiene características propias que hay que tener en cuenta:

  • Las personas distímicas suelen quejarse de todo. Sufren de malestar crónico y anhedonia que les impide sentir placer o ver
  • Tienen falta de concentración y alteraciones del sueño.
  • Sufren dolencias
  • Logran mantener un compromiso laboral o profesional pero su desempeño suele ser bajo.
  • Sufren periodos de melancolía tristeza oculto lo que también se refleja en el debilitamiento del sistema inmunológico lo que provoca una bajada de las defensas y la contracción de enfermedades.
  • A diferencia de otros tipos de depresión, las personas distímicas son funcionales, es decir

Un aspecto muy común entre los sujetos distímicos es observar que incluso el entorno que les rodea se convierte en víctima. El mal humor de las personas distímicas, lejos de entenderse, contagia al resto de personas que toman la decisión de alejarse y tomar la distancia adecuada. . Poco a poco se va convirtiendo en un círculo vicioso que aumenta aún más su insatisfacción y soledad.

Cuando nuestro cerebro viste la oscuridad del mal humor

Así como el DSM ( Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. ) El trastorno distímico suele durar un período de aproximadamente 2 años y también tiene un factor genético. . Si no se trata, si no recibe el tratamiento adecuado, podría convertirse en un depresión más serio.

Sabemos que nunca es fácil simpatizar con el mal humor de ese familiar al que ahora hemos catalogado de tóxico sólo porque critica todo lo positivo de nuestra vida. A veces la distimia se esconde en las personas más cercanas a nosotros y tal vez incluso dentro de nosotros.

El problema del trastorno distímico es que aunque sus síntomas son leves, es una enfermedad persistente y una vida dominada por la apatía, la melancolía y la frustración continua pierde su calidad y luz. Sin embargo, esta oscuridad que cubre nuestro cerebro se puede ahuyentar con los cuidados adecuados.

Cómo lidiar con la distimia

Siempre es recomendable recordar estos aspectos a la hora de afrontar la distimia:

    Cuando nuestro cerebro está dominado por el mal humor, en realidad experimenta una alteración en su química cerebral: la falta del combustible necesario para sentir emociones positivas.
  • Un cerebro afectado por el mal humor se ve afectado por la disforia o Se debe a un desequilibrio de un neurotransmisor conocido como dopamina que se puede reequilibrar con la ayuda de algunos medicamentos.
    La distimia debe tratarse con los medicamentos y psicoterapia adecuados.. También son fundamentales el apoyo del entorno que rodea al sujeto y su voluntad de vencer la enfermedad.

Una cosa a tener en cuenta es que incluso siEl trastorno distímico afecta tanto a hombres como a mujeres, siendo estas últimas quienes suelen buscar ayuda y tratamiento.porque son conscientes de que ese malestar o mal humor altera demasiado su equilibrio personal.

Por este motivo y como ocurre con la mayoría de los trastornos es importante mostrar sensibilidad y intención . El mal humor no siempre es un virus contagioso. A veces detrás de esa máscara hay alguien que sufre y que necesita apoyo y comprensión.

Y de repente llega esa tristeza que me envuelve y asfixia sin saber por qué y me hace ver el mundo con ira y amargura...

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