
Todos conocemos a alguien que tiende a ver siempre las cosas desde un mismo punto de vista. negativo . No sabemos por qué pero cada vez que estamos con esa persona notamos que nuestro estado de ánimo empeora y nuestro deseo de escapar aumenta significativamente. Esto se debe a que probablemente estemos ante personas adictas a la negatividad.
La mayoría de las veces no se dan cuenta de la carga que causan a quienes los rodean. Su pesimismo Es contagioso llevando a otros a distanciarse de ellos. No son malas personas pero su forma de ver las cosas es muy dolorosa.
A nadie le gusta que le recuerden siempre las cosas malas que pasan en el mundo. Somos conscientes de que la vida perfecta no existe pero sin embargo queremos acercarnos a lo que consideramos que es Perfecto . Las personas adictas a la negatividad son incapaces de ver el sol a través de las nubes de tormenta o fijarse en la única nube en un cielo con un sol brillante.
Si no se comprometen a cambiar el suyo prospecto poco podemos hacer por ellos. Si queremos ayudarlos, lo primero que debemos conseguir es una razón para que decidan cambiar. . Como miran la realidad con este filtro de negatividad, las principales víctimas son ellos mismos.

6 características de las personas adictas a la negatividad
Se preocupan por nimiedades
Las personas adictas a la negatividad se pierden en un vaso de agua . Si se rompe un plato, es un drama enorme para ellos y al cabo de unas horas lo sustituirán por otro. En lugar de disfrutar de la vida cotidiana, se amargan al pensar en ella. futuro lo que los hace aún más negativos.
No saben darle a cada cosa su debida importancia y su tendencia a exagerar todo puede hacer que se les considere poco fiables. Todos recordamos la historia de Pierino y el lobo y las desastrosas consecuencias que provocó.
Ignoran lo positivo
No importa si tuvieron un gran día de trabajo si recibieron un regalo o una buena noticia. Se centran sólo en los aspectos de su vida que no les gustan e ignoran por completo los hermosos momentos que viven.
Como ignoran los aspectos positivos no son conscientes de su existencia y cuando reflexionan suelen llegar a la conclusión lógica con su percepción de que tienen muy mala suerte o valen muy poco. No les importa su propia felicidad sino sólo el hecho de estar atrapados en ese vórtice de desgracias manipuladas por su mente.

Son incapaces de aceptar un cumplido.
Si alguien halaga o felicita a personas adictas a la negatividad, reaccionan muy mal. Su autoestima se ve comprometida ante tanta negatividad y consideran cualquier comentario halagador como una ofensa.
Creen que los demás se ríen de ellos cuando en realidad solo quieren ser amigables. Son incapaces de aceptar que aunque les cueste reconocerlo, también tienen virtudes.
Les gusta decir lo injusta que es la vida para ellos, pero no les interesa saber cómo se sienten los demás. No saben escuchar y son egoístas: las cosas que les pasan siempre son peores. Las pocas veces que dejan que alguien intervenga en su monólogo es porque tiene algo de qué quejarse.
Esta falta de empatía suele provocar enfrentamientos con los demás, especialmente cuando cruzan límites. Que lógico necesitan ventilar continuamente lo cual es bastante desconcertante.
Se arriesgan poco
Le dan mucha importancia a las opiniones de otras personas. Cualquier comentario despectivo les afecta de forma alarmante. Basan sus opiniones sobre sí mismos en las opiniones de los demás que carecen de objetividad lo que les lleva a ser muy inseguros y dependientes.
Tienen mucho miedo de sufrir por lo que otros puedan decir o hacer. no dudan en construir sus propias películas mentales (algo que todos hacemos pero las personas adictas a la negatividad lo hacen con efectos especiales) en el que siempre se ven amenazados o perjudicados. De esta forma y con la intención de protegerse, siempre corren pocos riesgos (imaginan que ya tienen demasiados o tienen demasiadas puertas abiertas).
Pueden ser muy paranoicos.
Las personas adictas a la negatividad son muy paranoicas. Una risa inapropiada o una mirada extraña puede hacerles pensar que los demás hablan mal de ellos. Esto los convierte en personas bastante críticas. con las personas que los rodean, lo que aumenta el deseo de los demás de distanciarse.

Su comportamiento puede ser difícil de controlar y, en ocasiones, insoportable. Es necesario armarse de mucha paciencia y tratar de entender por qué se comportan así. La mayoría de las veces sus comportamientos son consecuencia de una serie de malas experiencias mal gestionadas. Nunca es demasiado tarde para aprender que no todo en la vida es blanco o negro: Vivimos rodeados de tonos de gris. Habrá días buenos y días malos pero no todo tiene por qué ser horrible.
Hay mil razones para estar agradecido ignorarlos no hace más que convertirnos en seres ingratos y por tanto con peor calidad de vida.