John Lennon y la depresión: las canciones que nadie entendía

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La música es una de las formas en que los artistas son capaces de expresar y expresar los sentimientos o situaciones que atraviesan.

John Lennon pasó gran parte de su vida preguntándose ayuda . Ayúdame a ayudarme a mí mismo . El miembro más idealista, revolucionario e inspirador de los Beatles siempre ha escondido un trasfondo traumático que en ocasiones le ha servido como un gran impulso creativo.

Dicen que la tristeza es una emoción poderosa

Los Beatles, por su parte, consiguieron el mismo efecto pero a escala universal. Fue notable el impacto musical, cultural y social que generaron; Sin embargo pocos se han centrado en el John Lennon . Quienes le conocieron más íntimamente sabían que en él se respiraba una figura a veces suicida y devoradora, una sombra que le llevó al exilio y al aislamiento personal que duró casi cinco años.

Irónicamente, una de las últimas canciones que compuso antes de que Mark David Chapman lo asesinara en la entrada del Edificio Dakota destacaba una salida de ese túnel personal y la búsqueda de una tan deseada segunda oportunidad.

Querido Juan

No seas duro contigo mismo.

La vida no estaba hecha para ser apresurada.

Ahora la carrera ha terminado.

John Lennon y el eterno grito de auxilio

Cuando John Lennon escribió la letra de la canción Help! El resto del grupo se sorprendió pero nadie quería darle demasiada importancia en ese momento.

Unos años más tarde en una entrevista concedida a la revista Playboy Paul McCartney comentó que en ese momento no había podido captar la realidad personal que vivía su colega y amigo. Lennon gritó pidiendo ayuda pero vivía en un mundo de personas sordas . En esa canción hablaba abiertamente de su inseguridad, de la depresión y de la necesidad de que alguien lo ayudara, alguien que lo guiara para traerlo de regreso a la tierra.

Algunos creen que esta angustia existencial y eterna tristeza escondida también pudo deberse a su infancia. Su padre era un marinero que se fue de casa muy temprano. Su madre, por su parte, se vio obligada a separarse de su hijo durante un cierto período, dejándolo a depender de su tío. Años más tarde y justo cuando empezaba a reconciliarse con la madre ella fue testigo del accidente que la mató.

Sus biógrafos dicen que Para reaccionar ante esta tragedia invirtió mucha más energía en la música. . Al fin y al cabo, la pasión por este arte se la había transmitido su madre: fue ella quien le enseñó a tocar más de un instrumento, fue ella quien le transmitió esta atracción y él le dedicó una de sus canciones más íntimas: Julia.

John Lennon y la terapia del grito

Cuando los Beatles se separaron en 1970 El mundo estaba lleno de rumores, movimientos, injusticias y encrucijada social ante la cual se sintió muy sensible e incluso indignado.

En uno de sus álbumes expresó sus ideas crudamente pensamientos : No creo en la magia… No creo en Elvis… No creo en los Beatles… El sueño se acabó… ahora soy John…. Hacer música ya no le motivaba, no era motivo de alegría ni de satisfacción. A sus ojos, era un negocio simple y se sentía aún más obligado a meterse en un ring donde podía destruirse con alcohol y LSD.

Una cosa que no todo el mundo sabe es que después de haber adquirido la conciencia de que ni la música ni la meditación ni las drogas podían acallar esa amarga tristeza que vivía en él John Lennon comenzó a trabajar con el psicoterapeuta. Arturo Janov .

Este enfoque, como muchas otras terapias catárticas y expresivas, se basa en la premisa de que todo dolor reprimido puede ser llevado al nivel consciente y resuelto mediante la representación del problema y la expresión del dolor John Lennon siguió esta terapia durante varios años obteniendo muy buenos resultados.

El título de esa canción era Madre.

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