
Los seres humanos queremos estar seguros de todo. Tenemos tendencia a creer que nuestras opiniones están más que bien fundadas y son válidas. sólo escuchamos lo que queremos escuchar.
Esto se debe a la llamada atención selectiva, es decir, nos concentramos sólo en determinados aspectos, dejando de lado otros, especialmente en el ámbito de las creencias y opiniones. Sólo escuchamos lo que queremos escuchar. porque aplicamos filtros al mundo exterior.
Sin embargo esto es un error o una sesgo cognitivo
Saber escuchar es el mejor remedio contra la soledad y la locuacidad
-William George Ward-
La información que seleccionamos a través de nuestro mecanismo de atención no es necesariamente la más válida o relevante. Además Tratamos de capturar sólo lo que confirma nuestras creencias o valida el nuestro opiniones . Por eso al final sólo oímos lo que queremos oír.
Atención selectiva y sus efectos.
De una forma u otra nos centramos cada vez más en unas realidades más que en otras. El sistema cognitivo del ser humano tiene límites y debe centrarse sólo en algunos aspectos

Por lo tanto, es fácil que una atención selectiva razonable dé como resultado una especie de hermetismo frente a la evidencia. Y aquí es donde sólo escuchamos lo que queremos escuchar. Levantemos un muro. Desarrollamos una actitud de cierre hacia todo aquello que ponga en duda nuestras creencias o socave nuestras opiniones .
Casi siempre realizamos este proceso sin darnos cuenta. Por ejemplo, sólo nos rodeamos de personas que piensan o actúan de manera muy similar a nosotros. Excluimos a otros porque asumimos que las diferencias podrían ser una fuente de conflictos futuros. Asimismo, buscamos contextos que refuercen nuestras creencias y nos convencemos de que tenemos razón ya que todos y todo lo que nos rodea lo confirma.
Solo escuchamos lo que queremos escuchar también debido a otro sesgo cognitivo.
El sesgo de atención selectiva no es el único que influye en esta actitud, de hecho también se debe al sesgo De el confirma . Esta es la tendencia a buscar evidencia que valide lo que pensamos o creemos. y
Lo hacemos casi inconscientemente. Si encontramos información o una persona que nos ofrece algo que contradice lo que creemos tendemos a rechazar.

Después de todo, muchas veces no nos importa saber la verdad. Sólo queremos confirmar que tenemos razón.
Los efectos de esta situación
Cuando sólo escuchamos lo que queremos oír, perpetuamos un posible error. Nos privamos de la posibilidad de enriquecernos, ampliar nuestro horizonte y sobre todo acceder a un mayor nivel de verdad . Esto acaba generando otros problemas.
En las personas deprimidas, por ejemplo, los prejuicios de atención selectiva y la confirmación tienen a veces efectos devastadores ya que acaban escuchando y validando todo lo que reafirma su alejamiento y su dolor hacia el mundo y la vida. Básicamente perseveran en un punto de vista que sólo aumenta el suyo malestar . No se dan cuenta de lo que están haciendo. Su verdad se impone sobre otras más objetivas.
Es sumamente importante trabajar para salir de esta condición en la que solo escuchamos lo que queremos escuchar. Vale la pena al menos de vez en cuando acercarse a otras perspectivas sin prejuicios