James Vicary y su experimento engañoso

Tiempo De Lectura ~6 Mínimo
El experimento de James Vicary fue una famosa prueba realizada en 1956 en Estados Unidos. El experimento antes mencionado pareció demostrar que es posible manipular la mente de las personas. Así empezamos a hablar de publicidad subliminal.

Durante la década de 1950 hubo un verdadero auge en los temas asociados con la manipulación mental y el lavado de cerebro. A finales de esa década se realizó El famoso experimento de James Vicary sobre la supuesta eficacia de la publicidad subliminal. Con el tiempo, sus conclusiones han sido objeto de críticas, lo que no ha impedido que todavía hoy se le siga citando como fuente de inspiración.

El experimento de James Vicary es quizás el más famoso en este campo hasta el punto de que desde 1956, año en que se realizó, se pensaba que publicidad subliminal es un éxito absoluto. De hecho, muchos gobiernos de todo el mundo han prohibido el uso de técnicas similares a las que supuestamente utilizó Vicary en un famoso experimento.

Vicary fue un célebre estudioso de las tendencias del mercado nacido en Detroit (Estados Unidos) en 1915. Pionero en el estudio del comportamiento del consumidor y sus reacciones ante diferentes herramientas publicitarias. El experimento de James Vicary fue el primero -e incluso podemos decir el único- sobre los efectos de la percepción subliminal.

La memoria se convence a sí misma antes de que el conocimiento recuerde.

-William Faulkner-

El experimento de James Vicary.

Como dijimos anteriormente, en la década de 1950 existía un gran interés colectivo por todos los fenómenos que atañen a la mente. En particular, estaba muy de moda todo lo relacionado con la hipnosis y el inconsciente. El experimento de James Vicary fue concebido cuando este estudioso del mercado decidió experimentar con el efecto de la percepción subliminal inducir a la gente a comprar utilizando el cine como medio.

Vicary realizó su famoso experimento durante la proyección de la película Picnic en Fort Lee, Nueva Jersey. Insertó una serie de frases ocultas que enviaban mensajes como Bebe Coca-Cola, Come palomitas de maíz. Para desarrollarlo utilizó un instrumento llamado taquistoscopio capaz de mostrar diversas imágenes en periodos de tiempo muy cortos.

La velocidad con la que se transmitían las imágenes impedía que los espectadores se dieran cuenta de la presencia de esos mensajes. En otras palabras, las señales fluían ante sus ojos pero nadie podía captarlas de manera racional. Este era precisamente el objetivo: comprobar el impacto de estos mensajes dirigidos directamente al inconsciente.

Los resultados del experimento y el informe de Vicary.

Tras realizar su experimento Vicary publicó un informe sobre el tema. Indicó que después de la exposición a mensajes subliminales la compra de Coca-Cola había aumentado un 18% mientras que las de palomitas de maíz habían experimentado un aumento del 57%.

Poco después el periódico Sunday Times de Londres publicó un artículo sobre la venta a través del inconsciente. En él se presentaban tanto el experimento como el informe de Vicary.

Inmediatamente se produjo una especie de histeria colectiva. Posteriormente, el escritor Vance Packard escribió el libro. Los persuasores ocultos . Esto no hizo más que consolidar el miedo general y, de hecho, provocó una gran preocupación entre los distintos gobiernos.

A partir de ese momento se extendió el concepto de publicidad subliminal. El gobierno de Estados Unidos amenazó con retirarle la licencia a cualquiera medios de comunicacion quienes hicieron uso de estas técnicas. Posteriormente prohibió este tipo de propaganda en varios países del mundo. La CIA por su parte empezó a estudiar este método innovador.

La revelación de la verdad.

Con el paso del tiempo, varios estudiosos comenzaron a tener sospechas sobre el experimento de James Vicary principalmente porque el autor se negó a compartir información técnica sobre la metodología que aplicó. El Dr. Henry Link es un experto en psicología experimental incluso lo retó a repetir el experimento pero Vicary se negó.

Al mismo tiempo, la Advertising Research Foundation pidió a Vicary información detallada sobre su experimento pero no recibió respuesta. Posteriormente la cadena de radio y televisión canadiense CBS intentó realizar un experimento similar: envió mensajes subliminales invitando a la audiencia a centrarse en un momento concreto pero no pasó nada.

Finalmente en 1962 James Vicary él confesó en un artículo publicado en la revista Era de la publicidad que en realidad su experimento nunca había ocurrido. Lo había montado todo porque su empresa estaba en condiciones difíciles y necesitaba fama para revivirla. Sin embargo, nunca se supo con certeza si el experimento realmente se había llevado a cabo o no como afirmó Vicary.

Un aspecto que ciertamente demostró el experimento de James Vicary es que la sociedad es muy crédula y que la información vestida de tono científico acaba convirtiéndose fácilmente en verdad con la ayuda/complicidad de los medios de comunicación. Sin embargo, muchos gobiernos todavía prohíben el uso de publicidad subliminal en la actualidad.

Entradas Populares