Que difícil es decir adiós, dejar atrás algo que nos hizo felices, abandonar ciertos amigos o
Es necesario, lo sabemos, a veces es necesario concluir fases. Necesitamos cambiar de trabajo, las amistades se pierden, la casa se nos queda pequeña para tanta gente, los niños empiezan a ocupar todo nuestro tiempo, la juventud nos saluda de memoria... Es muy difícil pero forma parte del ciclo. Terminemos diciendo Adiós y abrimos saludando a lo nuevo .
Agregamos capítulos a la experiencia pero necesitamos puntos. Necesitamos páginas en blanco para seguir escribiendo el mismo capítulo, necesita un final, es necesario un cierre pero tendrá su propia continuidad, sus huellas estarán en la página siguiente. Todo tendrá sentido cuando sepamos por qué cerramos y por qué debemos hacerlo. Tendrá sentido cuando se lo demos.
Que difícil es decir adiós pero es bueno saber que a veces es necesario hacerlo una vez que has pasado dolor estaremos preparados para lo que venga. A veces el dolor de lo perdido es más saludable que el dolor de continuar.
Que difícil es decir adiós y afrontar el vacío que se forma
Es difícil de explicar pero ciertamente es comprensible porque todos lo hemos experimentado en alguna medida. Hay despedidas que para los más valientes son las que nos dejan un vacío que luego nos costará llenar. Es difícil afrontar lo desconocido, nos cuesta esfuerzo salir de nuestra zona de seguridad, es difícil poner un punto final porque nos aterra la idea de tener que empezar de nuevo .
Queda un vacío sí porque el dolor de la pérdida es un dolor y al cubrirlo no hacemos más que nutrirlo para que luego salga con mayor fuerza. Hay que aprender a decir adiós hay que aprender a tolerar este vacío hay que saber que hay que cerrar lo cual puede doler ahora pero mañana ya no será así.
La magia de decir adiós rara vez se ve en el momento en que lo decimos, la magia está en lo que viene después. Todo el mundo de posibilidades que se nos abre cuando empezamos algo nuevo. en todo lo que nos espera cuando curemos las heridas. La magia de la despedida es que suele llevar de la mano un saludo posterior.
Si aprendemos a tolerar esto vacío si no lo hacemos más grande de lo que debería ser, si le damos el espacio que necesita, si nos permitimos llorar si es necesario y nos tomamos el tiempo para sanar, estaremos listos para lo que viene. Que difícil es decir adiós pero de esta manera aprendemos a sanarnos y cuidarnos. Aprender a decir adiós significa crecer .
Es necesario decir adios para avanzar
Necesitamos decir adiós para continuar necesitamos cerrar fases y abrir otras nuevas. Es necesario afrontar las despedidas porque debemos aventurarnos en lo nuevo. El mundo no se detiene y nosotros somos parte de este mundo. El miedo nuestro fiel compañero de viaje en la vida se aferra al conocido miedo a lo desconocido pero dentro de nosotros está la fuerza para superarlo .
Si damos la vuelta nos damos cuenta de cómo cambian las vidas. Ni siquiera nosotros mismos, con todo ese conocimiento que atesoramos, habríamos podido decir con exactitud nuestra posición actual hasta hace unos minutos, unas horas, días, meses o años. Hemos llegado al lugar que ocupamos con nuestras decisiones que incluyen también nuestras decisiones de decir adiós.
Que difícil es decir adiós pero debemos aprender a hacerlo. No es fácil visualizar cómo vendrá ese saludo que viene de la mano con la despedida. No es fácil pero definitivamente trae consigo algo bueno. Es difícil decir adiós pero la magia de lo nuevo también es algo sorprendente que hace que muchas despedidas valga la pena. .
Se despidieron y ya hubo bienvenida en la despedida.
-Mario Benedetti-
