
Imagínate caminando por la calle comiendo mandarinas y de repente te encuentras en tus manos con un montón de cáscaras de las que te gustaría deshacerte. Te das cuenta de que el cubo de basura está lejos y automáticamente miras al suelo. Si ves que ya hay basura, aumentan las posibilidades de que arrojes las cáscaras al suelo; pero si todo está limpio bajo tus pies probablemente lo pensarás diez veces antes de tirar la basura al contenedor. Esto es lo que explica la teoría de las ventanas rotas.
La teoría de las ventanas rotas, también conocida como teoría de los cristales rotos, es aquella que afirma que los aspectos imperfectos del entorno generan la sensación de que la ley no existe. Por tanto, en una situación en la que no existe normativa, es más probable que se produzcan actos de vandalismo.
El experimento de las ventanas rotas
el profesor libros y el cine llevó a cabo otro experimento menos conocido. Este consistió en dejar dos autos abandonados, uno en un barrio pobre y conflictivo y el otro en una zona rica y tranquila.
El resultado no es difícil de imaginar. El auto que estaba en la zona pobre ya se encontraba en pésimas condiciones a las pocas horas, mientras que el que quedó en el barrio más rico permaneció en las mismas condiciones que cuando fue colocado allí. Con este resultado es fácil dibujar

Sin embargo, el estudio no terminó así. Después de una semana el auto dejado en el barrio pobre había quedado totalmente destruido mientras que el que quedó en el barrio rico no tenía ni un rasguño. Los estudiosos decidieron hacer un pequeño cambio: rompieron el cristal de la máquina que se encontraba en perfecto estado. ¿El resultado? El auto fue reducido al mismo tamaño que el encontrado en el barrio pobre.
La conclusión final fue que la causa no reside en la pobreza sino en el hecho de que la normas . Los cristales rotos hacen pensar que todo está permitido. En esta situación, cualquier daño que sufra la máquina reafirma y multiplica la idea de que el vandalismo se vuelve incontenible.
Ventanas rotas en la ciudad
El metro de Nueva York en los años 80 era el lugar más peligroso de la ciudad. Tomando como ejemplo la teoría de las ventanas rotas, comenzaron a arreglar los elementos que daban sensación de descuido a la estación de metro. Se limpió la estación, se eliminaron los grafitis, se garantizó que los pasajeros tuvieran billetes y se intentó mantener a raya los robos. El resultado fue que el metro se transformó en un lugar seguro.
Ante los resultados obtenidos en Nueva York se impulsó una política de tolerancia cero. Por ello se prohibieron todas las transgresiones a la ley y a las normas de convivencia y se invirtió en la limpieza y orden de las comunidades. Nuevamente los resultados fueron positivos lo que llevó a una notable reducción en la tasa de criminalidad de la ciudad.

La evidencia de ventanas rotas
La confusión que generan las normas
Las pequeñas deficiencias pueden convertirse en grandes transgresiones que conducen al caos. Esto no sucede sólo con los bienes materiales. es uno