
Inseguridad dependencia emocional baja autoestima relaciones abusivas... Si nos preguntamos Cómo una infancia difícil afecta las relaciones en la edad adulta. Es bueno saber que no existe una respuesta única. Las repercusiones de una infancia marcada por el maltrato, el abuso, el abandono o la falta de afecto son complejas, profundas y sumamente variadas según la mente y la persona.
En la mayoría de los casos sin embargo El trastorno de estrés postraumático (TEPT) está a la vuelta de la esquina. Todas las experiencias infantiles son cruciales para el desarrollo emocional y la experiencia de uno no sólo deja su huella sino que sienta las bases de nuestro bienestar psicológico o nuestra vulnerabilidad mental.
Como señaló Agatha Christie, lo mejor que nos puede pasar en la vida es tener una infancia feliz, tranquila y gratificante. Lamentablemente, sin embargo, esto no siempre sucede. Son muchos los hombres y mujeres que cargan consigo un pasado hecho de fragmentos y heridas. abierta que condiciona por completo su presente. .
Algunas imágenes de la infancia quedan en el álbum de la mente como fotografías, como escenarios a los que volvemos sin importar el tiempo transcurrido y que siempre recordamos.
-Carlos Ruiz Zafón-

Las repercusiones de una infancia difícil en las relaciones en la edad adulta
Tener una infancia difícil además de sufrir un trauma es más común de lo que pensamos. El estudio Un estudio realizado por la Universidad de Zurich, la Universidad de Vermont y la Virginia Commonwealth University muestra datos tan sorprendentes como impactantes. Alrededor del 60% de los niños que participaron habían sido víctimas de un evento traumático.
La cifra es sin duda muy elevada. Sin embargo, también hay que tener en cuenta la gran variabilidad de acontecimientos adversos que se pueden vivir en los primeros años de vida: el abandono de un progenitor, la muerte de uno de ellos, presenciar violencia en el ámbito familiar, sufrir malos tratos, violencia psicológica, sufrir falta de afecto, ser víctima de intimidación etc.
Asimismo el estudio destaca que Una infancia complicada proyecta una sombra grande y compleja a lo largo del ciclo vital. . El riesgo de sufrir diversos trastornos psiquiátricos es alto al igual que las dificultades para establecer vínculos con otras personas en el futuro. Todo esto nos lleva a preguntarnos cómo afecta una infancia difícil a las relaciones que se establecen en la edad adulta. Lo veremos en las siguientes líneas.
Problemas en el desarrollo de la identidad si no sabes quién eres no sabes lo que quieres
Durante la infancia y la adolescencia se forman las bases de nuestra identidad aunque seguirán madurando a lo largo de la edad adulta. Sin embargo, necesitamos consolidar pilares sólidos compuestos por la seguridad, el sentimiento de ser querido, la confianza en nosotros mismos y en los demás, el sentimiento de ser capaces, esperanzados y apoyados en figuras que nos den un apego seguro.
Si crecimos sintiéndonos amenazados, el desarrollo del cerebro se verá afectado. Sentir angustia temprano excluye nuestras oportunidades de desarrollar una identidad confiado, fuerte y optimista. Todo ello dificultará el establecimiento de relaciones de calidad porque no sabremos a ciencia cierta lo que queremos.
La sensación de vacío que nadie puede llenar y las relaciones destructivas.
Hay una constante en la forma en que una infancia difícil afecta las relaciones en la edad adulta: la sensación de vacío . Es común llegar a la edad adulta con la sensación de que algo anda mal o falta algo en sí mismo.
De esta manera y casi sin darnos cuenta esperemos que otros calmen estas ganas y calmen ese frío y llenar esos vacíos que dejó una infancia complicada.
Es por ello que resulta muy difícil establecer relaciones sólidas y satisfactorias. Normalmente tenemos demasiadas expectativas de los demás y terminamos sintiéndonos frustrados e incluso heridos nuevamente. Quienes experimentan un trauma en la niñez a menudo forman relaciones destructivas en la edad adulta.
Terminan tolerando manipulaciones, engaños y amores o amistades dolorosas sólo por tener a alguien cerca. Cualquier cosa para llenar esos vacíos emocionales.
Trastornos del apego: evitación u obsesión
Uno de los efectos de una infancia difícil es la alteración del proceso de adjunto . Sabemos que es saludable vincularse con alguien estableciendo un apego maduro y seguro gracias a una buena autoestima y a la capacidad de amar sin miedo y sin necesidad de limitar las libertades individuales.
Pues bien, cuando alguien sufre un trauma durante la infancia, este proceso sufre alteraciones. En la mayoría de los casos surgen las siguientes dinámicas:

Una infancia difícil afecta las relaciones en la edad adulta: la creación de un falso yo que lo distorsiona todo
De niños queremos que nuestros padres nos amen, nos cuiden y nos hagan sentir importantes por eso intentamos que estén orgullosos de nosotros. Así terminamos creando una falso lo sé Poco a poco este recurso desesperado va formando parte de nosotros y lo utilizamos en casi todas las situaciones.
Dejamos atrás una parte de nuestro ser para hacer amigos, hacernos visibles ante los demás, conseguir que nuestra pareja nos brinde el amor que nuestros padres no nos dieron. El yo falso puede funcionar a veces pero llega un día en que el yo auténtico exige y grita desde el silencio. En su interior hay ira, frustración, angustia y profunda tristeza. Toda la acumulación de emociones ocultas eventualmente saldrá a la luz.
Para concluir, si nos preguntamos cómo influye una infancia difícil en las relaciones en la edad adulta, la respuesta se puede resumir en una palabra: infelicidad. No es fácil salir de nuestra piel de adulto cuando en nuestro interior vive un niño herido al que no hemos atendido adecuadamente. Tienes que afrontar el trauma para poder seguir adelante. para alcanzar el equilibrio y el bienestar.