Fortalecimiento del sistema inmunológico: ¿cómo?

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Ser inmune significa ser protegido . Y el sistema inmunológico tiene esta tarea: es la defensa natural que tiene el cuerpo para luchar contra las infecciones. Por eso, si está debilitado, su capacidad para vencerlas disminuye y nos volvemos más vulnerables a determinadas enfermedades. Te damos algunas indicaciones para fortalecer el sistema inmunológico de forma natural.

Cómo funciona el sistema inmunológico

Las principales células del sistema inmunológico son los leucocitos o glóbulos blancos. Entonces, cuando el organismo captura una amenaza estas células se movilizan y viajan en la sangre al sitio dañino. Sus funciones son reparar el tejido dañado, contener la propagación de infecciones y producir sustancias que favorecen el dolor, algogénicas.

La inflamación es la forma que utiliza el sistema inmunológico para hacer frente a las infecciones. tanto los causados ​​por batería hongos, virus, protozoos o priones. Capta partículas nocivas para la salud y ante su invasión reacciona atacándolas y destruyéndolas. La inflamación pasa sólo cuando desaparece la amenaza.

Si no funciona correctamente...

Cuando el sistema inmunológico no funciona correctamente hay múltiples repercusiones negativas en el organismo. Entre estos La inmunodeficiencia es bajar la guardia del sistema. Esto provoca que los mecanismos naturales de protección y defensa del organismo estén menos activos de lo habitual.

También hablamos de la aparición de ciertos enfermedades autoinmune que hacen que el sistema ataque por error a las células sanas del cuerpo. El organismo ya no es capaz de diferenciar sus tejidos de los agentes infecciosos. Y por estar confundida inflama partes del cuerpo que están sanas. Existen más de 80 tipos de enfermedades autoinmunes y aunque en muchos casos se desconocen sus causas, se piensa que tienen un fuerte componente hereditario. Son más comunes entre las mujeres.

Trucos para fortalecer el sistema inmunológico

Además de la existencia de factores internos que modifican su funcionamiento también los hay externos que podemos controlar mejor. Podemos intervenir modificándolos y por tanto fortalecer el sistema inmunológico. ¿Cuáles son?

Nutrición equilibrada

Es el principal factor que puede fortalecer el sistema inmunológico. La nutrición debe ser equilibrada. Es decir, debe basarse en consumo de todos los nutrientes que necesitamos en su justa medida.

Grasas monoinsaturadas (frutos secos salmón atún aceite de oliva) lácteos proteínas hidratos de carbono vitaminas minerales y al menos 5 raciones de fruta y verdura. Otros nutrientes que pueden complementar tu dieta y ayudan a fortalecer el sistema inmunológico son:

    vitamina e: presente en aceites de germen de trigo en girasol en cártamo en más y en soja. También en almendras, cacahuetes y avellanas o verduras de hojas verdes como las espinacas. vitamina c: destaca en verduras como el repollo, verduras como el brócoli, frutas como la naranja, pomelo, guayaba y limones. vitamina a: está contenido en la leche, la mantequilla o el queso cheddar. Incluso en verduras como la zanahoria o la col. Hierro: Zinc y selenio: los encontramos en la carne de res, pavo y pollo o en camarones, langosta y en general en la mayoría de pescados. La ventaja es que estos minerales están presentes en casi todos los alimentos que consumimos habitualmente.

Evitar infecciones

Muchas veces se descuidan las infecciones, la higiene personal y la higiene de los alimentos. A lo largo del día ponemos nuestras manos en muchas cosas: tiradores de puertas, baños, teclados de ordenador… Por lo tanto, potenciales virus o bacterias que se encuentran en el ambiente pueden afectarnos. Por esta razón debes lavarte bien las manos antes de llevarte cualquier cosa a la boca. Si bien puede parecer obvio, no deja de ser importante y es una excelente manera de prevenir infecciones.

Aunque los alimentos pasan por una cadena de seguridad alimentaria, es muy importante limpiar bien las frutas y verduras antes de comerlas. Basta con hacerlo con agua y vinagre. También se recomienda Mantener la cadena de frío al cocinar carnes y pescados.

hacer deporte

Otro de los hábitos que nos pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico es hacer Actividad física durante 30 minutos y al menos 3 veces por semana. Esta regularidad mantiene nuestros músculos activos y ayuda a que cada célula de nuestro cuerpo se oxigene y pueda realizar mejor sus funciones.

Es fundamental que la actividad que realizamos nos empuje a entrenar casi todos los grupos musculares del cuerpo. Por ejemplo nadar, jugar al tenis, montar en bicicleta, correr o simplemente caminar. Todos ellos favorecen la coordinación, la flexibilidad y la movilidad completa del cuerpo.

¡Pero ten cuidado! Porque así como la inactividad física afecta a la circulación sanguínea y favorece la aparición de determinadas enfermedades cardiovasculares, el exceso de ejercicio físico puede aumentar la vulnerabilidad de nuestro sistema inmunológico. Superar los límites de tu cuerpo daña tus defensas porque son llevados al extremo y al agotamiento. Es importante calibrar esta intensidad y entender hasta dónde podemos llegar.

Meditación y relajación

El estrés, la ansiedad o la depresión muchas veces tienen el poder de reducir nuestra capacidad para afrontar la adversidad. Si se producen de forma continua, además de alterar el estado de ánimo, deterioran y reducen las resistencias y favorecen la aparición de enfermedades. Una buena forma de evitarlo y fortalecer tu sistema inmunológico es realizar yoga, tai-chi, mindfulness o meditación. Todas son técnicas de relajación que permiten mejorar la respiración y en consecuencia el equilibrio entre mente y cuerpo.

Estamos constantemente expuestos a agentes nocivos: humo de tabaco, contaminación ambiental, polvo... Por este motivo, reforzar El sistema inmunológico es la mejor manera de prevenir daños al cuerpo. Si pones en práctica estos sencillos consejos tu sistema inmunológico se fortalecerá y tu cuerpo lo agradecerá a nivel general.

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