
Soy una persona fuerte de esas con las que la vida ha sido dura más de una vez. Sin embargo, necesito que alguien me tome de la mano de vez en cuando y me diga que todo estará bien y me asegure que hay muchas cosas que hacer y pocas de qué preocuparme. Sentir esta necesidad no es sinónimo de debilidad sino que representa la audacia de quien valora un poco. comodidad
Lo que no me mata me hace más fuerte, decía con razón Friedrich Nietzsche.
Todo se resuelve al final y si no es así... significa que aún no es el final.Dado que las personas fuertes son grandes maestros en el arte secreto de reparar esas grietas internas, sólo ellos comprenden los beneficios de recibir una palabra de aliento de vez en cuando o una mano amiga que se ofrezca a animarlos. En un mundo individualista donde todos se dan la espalda, cualquier apoyo es positivo. en un momento de adversidad Incluso los héroes más grandes y las heroínas más brillantes aprecian que alguien les diga que todo estará bien. ...porque si de algo se vive es de fe.
Una necesidad secreta: el hambre emocional
Ya en 1920 inteligencia emocional venir el el aspecto que caracteriza al ser humano es el hambre emocional . Todos necesitamos en ocasiones mayor apoyo del que recibimos, más consideración que el que se nos concede, mayor reconocimiento e incluso, por qué no, un cariño más concreto y tangible.
Sin embargo la mayoría de los libros de . En definitiva, debemos poner en práctica estrategias adecuadas para tener un amor propio adecuado, una autoestima sólida y una personalidad fuerte que nos permita salir airosos de cualquier adversidad. Si bien es cierto que todo esto es positivo e incluso aconsejable Hay un matiz que conviene tener en cuenta. .
La persona que invierte en su propio crecimiento personal y fortaleza psicológica no debe caer en el extremo opuesto de practicar una superación personal tan agresiva que ya no necesite. a veces quien no necesita nada ni siquiera ofrece nada y casi sin darse cuenta acaba practicando un auténtico materialismo emocional.
El secreto está en el equilibrio y en la comprensión de que ser una persona fuerte no significa ser inmune al sufrimiento ni insensible o carente de sentimientos. Los fuertes son aquellos que un día se permiten ser débiles y que siguen sufriendo el impacto de la adversidad en su interior. Por eso, más que nadie, debe no sólo dar apoyo sino también acoger esas caricias emocionales con las que saciar su hambre y seguir curando sus heridas silenciosas.
Todo estará bien confía en mí.
A veces en la vida todos necesitamos que alguien nos tome de la mano y nos diga que todo estará bien. Hay momentos como éste en los que falla la confianza en uno mismo, y uno bueno autoestima Hay momentos puntuales en los que nada es tan catártico como .
Se sabe, por ejemplo, que los médicos que toman de la mano a sus pacientes y les envían mensajes positivos, afectuosos y alentadores consiguen reducir el miedo y la ansiedad de los pacientes. Asimismo, pocos paliativos son tan reconfortantes como un padre o una madre capaces de apagar el cariño de sus hijos invitándoles a la esperanza y diciéndoles que todo estará bien.
Hay momentos, y esto nos sucede a todos, en que el cerebro se nubla y lo invade la oscuridad mental.
Cuando esto sucede cuando los caballeros del miedo son libres de galopar no siempre somos capaces de aplicar este enfoque racional gracias al cual entendemos que una derrota no es una catástrofe ni una decepción es el fin del mundo.
En estos momentos una mano amiga, una mente clara y un corazón dispuesto pueden obrar milagros.
Ayuda que alguien nos diga que todo va a estar bien. Que nos recuerden que en la vida todo llega y todo Aprendamos, pues, a aceptar la ayuda, a ser humildes y a permitirnos aceptar lo que los demás nos ofrecen. . Pero aprendamos primero a poner lo mejor de nosotros mismos a disposición de los demás para crear contextos más receptivos, fuertes y saludables desde el punto de vista emocional.