
Una herida psicológica abierta muchas veces da forma a un abismo habitado por el resentimiento, la ira y la vulnerabilidad. . Esto es lo que viven gran parte de las personas que han sido víctimas de maltrato, abandono o abuso. Los signos de tales experiencias y la incapacidad de curarlas conducen a menudo a proyectar este profundo malestar en los demás, a veces incluso a través de comportamientos desadaptativos.
Cada uno de nosotros afronta el dolor a su manera con mayores o menores capacidades. Sin embargo, también hay personas que lo hacen de la peor manera: de forma agresiva. ¿La razón? En algunos casos por la combinación de varios factores determinantes. Por un lado está la gravedad del trauma experimentado; por el otro, los recursos y apoyos sociales de los que dispone el sujeto así como algunos factores biológicos e incluso genéticos.
Bien El factor más decisivo es sin duda el vinculado a la personalidad. . Sabemos, por ejemplo, que algunos sujetos caracterizados por el narcisismo reactivo utilizan su dolor como arma. Su identidad como víctima y la carga de herida psicológica abierta a menudo, y casi inconscientemente, los transforma en verdugos enmascarados. Se trata de personas que no pueden controlar el impulso de venganza y proyectan su ira sobre los demás de diversas formas.
El dolor es inevitable
-Buda-

Cuando la herida psicológica abierta genera agresión
El concepto mismo de víctima es a menudo muy discutido. Primero necesitas entender que No todo el mundo afronta el trauma de la misma manera. . Hay quienes gracias a sus recursos psicológicos o al apoyo recibido se enfrentan a un hecho dramático y superan rápidamente la identidad de la víctima.
Otros, en cambio, tardan toda una vida en integrar los daños, esas heridas psicológicas abiertas que casi siempre dejan consecuencias. El trastorno de estrés postraumático por ejemplo es uno de estos efectos. Bueno la pregunta que me viene a la mente es: ¿por qué sucede esto? ¿Por qué estas personas, en lugar de superar un hecho doloroso del pasado, lo llevan consigo como una carga?
¿Existe una explicación de por qué las personas expuestas a eventos traumáticos reaccionan violentamente? Podemos encontrar la respuesta en el muy interesante estudio realizado en el Universidad de Monterotondo por el Dr. Giovanni Frazetto.
Los datos obtenidos son los siguientes:
Trauma temprano y el gen MAOA
Según este estudio realizado en 2007 La exposición a acontecimientos negativos en los primeros 15 años de vida deja una huella clara en el tejido emocional y psicológico del individuo . Pues bien, si bien algunos tienen más probabilidades que otros de superar o afrontar estos acontecimientos, el resto presentará algunas dificultades.
- Este gen está a su vez asociado a un fenotipo conductual muy específico vinculado a una mayor agresividad.
 - De este estudio se puede deducir que los niños que crecieron sin sus padres o que fueron abandonados y que sufrieron maltrato o crecieron en un ambiente con problemas de alcoholismo Revelar la apariencia de comportamiento agresivo y antisocial en la edad adulta. .
 - También hubo una mayor propensión al abuso de drogas así como una clara dificultad para establecer relaciones sociales y emociones fuertes y significativas.
 - Por ejemplo, el adolescente maltratado o abandonado que destaca lo hace comportamiento violento en la escuela .
 - Lo mismo le sucede a la persona que en algunas situaciones se siente tan vulnerable e indefensa que reacciona de forma exagerada para defenderse.
 

La herida psicológica abierta y la vulnerabilidad que nos impiden percibir el dolor de los demás
Una herida abierta es un problema no resuelto que cada día envuelve más a la persona . Es una forma de codificar la identidad de la víctima porque no nos definimos por lo que hacemos en el presente sino por lo que nos pasó en el pasado. Hay personas que están tan atrapadas en su vulnerabilidad en su ira reprimida en el miedo que te deja sin aliento y en el peso de los recuerdos que casi sin darte cuenta desarrollan una suerte de ceguera emocional.
Dejan de ver y percibir realidades emocionales fuera de la suya. Esta falta de empatía proviene de la propia herida del trauma que genera cambios en el cerebro y que de alguna manera acaba modificando la personalidad. Lo más complicado de todo esto es que en cierto momento quienes se sienten víctimas pueden convertirse en perpetradores.
¿Cómo se tratan las heridas y los traumas psicológicos abiertos?
Hoy en día el abordaje más adecuado en el tratamiento del trauma es sin duda el Terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma. . Esta herramienta cuenta además con una amplia bibliografía científica que avala su eficacia (Echeburúa y Corral 2007; Cohen Deblinger y Mannarino 2004).
Por otro lado, también tenemos disponible la terapia de aceptación y compromiso (Hayes Strosahl Wilson 1999 2013). Es una terapia cognitivo-conductual de tercera generación que busca reducir la ansiedad y el miedo para gestionar mejor las situaciones más problemáticas.
Además y no menos importante, es necesario trabajar en el manejo de la ira si ésta está presente. Esto último comienza a ser evidente ya en 'infancia . Por ejemplo, se sabe que Aproximadamente el 45% de los niños que han sido testigos de violencia familiar tienen problemas de conducta. .
La herida psicológica abierta trae consigo ansiedad, tristeza, ira y toda una serie de imágenes mentales difíciles de eliminar. Esta realidad debe ser tratada por profesionales especializados. Nadie merece vivir un presente en el que el sufrimiento ahogue la felicidad potencial.