Síndrome de Dorian Gray

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El síndrome de Dorian Gray es un conjunto de síntomas propios de los tiempos modernos. Consiste en resistir el envejecimiento y el miedo extremo a que el cuerpo se deforme con el paso de los años. Esta resistencia se considera patológica cuando genera una serie de efectos negativos en la conducta.

El nombre de este síndrome proviene de la famosa novela. El retrato de Dorian Gray De Óscar Wilde . El libro cuenta la historia de un hombre que quiere alcanzar la eterna juventud. Las circunstancias hacen que sea un retrato suyo y no de él el que sufre el proceso de envejecimiento.

Las arrugas del espíritu nos hacen más viejos que las del rostro.

-Michel Eyquem de Montaigne-

La vanidad y la apariencia física han alcanzado una importancia desproporcionada en el mundo actual. Aquí surge entonces el síndrome de Dorian Gray como manifestación de ese culto al cuerpo que tanto define nuestros días. Y así se convirtió en un problema que roza lo patológico.

¿En qué consiste el síndrome de Dorian Gray?

El síndrome de Dorian Gray fue descrito por primera vez por psiquiatra Brosig B. en 2000 . Escribió un texto con este nombre después de notar el aumento en el número de pacientes que acudían a él casi en un estado de pánico debido al proceso de envejecimiento.

Lo más grave del síndrome de Dorian Gray es que las personas que lo padecen en ocasiones acaban realizando prácticas peligrosas envejecimiento . Numerosas cirugías estéticas exceden el Botox y cosas similares. Cuando estos procesos no se mantienen bajo control, se pone en riesgo la salud.

Es importante señalar que las personas con síndrome de Dorian Gray no sólo quieren mantenerse jóvenes en términos de apariencia, sino que también quieren se niegan a completar su proceso de maduración emocional. Quieren seguir viendo la vida como si tuvieran 18 años. De hecho, siguen comportándose como eternos adolescentes.

Características de las personas con síndrome de Dorian Gray

Aún no existe un estándar respecto a los rasgos que presentaría una persona que padece el síndrome de Dorian Gray. Sin embargo, Brosig B. ha identificado algunas características que aparentemente serían muy representativas de este trastorno.

Los principales patrones de comportamiento que exhiben los afectados por este síndrome son:

  • Miedo a deformarse. El nombre técnico es dismorfofobia.
  • Negativa absoluta a aceptar el proceso de madurez física y emocional.
  • Abuso de procedimientos para cambiar la propia imagen.
  • Consumo de fármacos destinados a ralentizar el proceso de envejecimiento o aumentar las capacidades de desaparición.
  • Trastornos de ansiedad.
  • Trastornos de la personalidad.
  • Conductas autodestructivas.

Estas personas casi siempre viven entre la ilusión y frustración . Les encanta fantasear con un nuevo tratamiento o procedimiento que les devuelva la juventud. Cuando se dan cuenta de que nada es capaz de transformar esa fantasía en realidad, se sienten frustrados pero lo consideran como un error de intervención y no de percepción.

Un breve análisis del síndrome.

Normalmente una persona con síndrome de Dorian Gray es una persona aterrorizada. Su mayor miedo es sentirse rechazada por no cumplir con los cánones. de belleza impuesta por el entorno en el que vive. Toma la forma de su cuerpo o de su rostro como factor definitivo en su proyecto de vida. Desgraciadamente tiene parte de razón. La superficialidad ha llevado a que en muchas empresas la aceptación o promoción laboral también dependa de estas variables.

Dicho esto, un entorno puede proponer cualquier tipo de esquema perverso pero corresponde al individuo poder responder de diferentes maneras. a ese intento fiscal.

Algunos no se dejarán tratar como objetos. Otros, por el contrario, como aquellos con síndrome de Dorian Gray, se plegarán pasivamente a esos dictados. ¿Por qué? Afectados por un vacío narcisista, subestiman su propio valor y dan un valor exagerado a los dictados sociales.

Al final lo que existe es un rechazo de uno mismo. No puedes aceptar a tu propia persona. No reconocemos el poder que tenemos sobre nosotros mismos ni la autonomía que posee cada ser humano. Estas personas se consideran indefensas. Se defienden del mundo negándose a sí mismos. Se reafirman obligándose a ser como los demás quieren que sean. Por eso la ansiedad se convierte en su fiel compañera. Se trata de una situación compleja que necesita una intervención psicoterapéutica para superarla.

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