
¿Es posible saber si alguien miente con sólo mirarlo? ¿Nos traicionan nuestros gestos y comportamientos? No siempre es fácil saber cuando la persona que tenemos delante nos está mintiendo. Todos recordamos la historia de Pinocho, el niño que crecía cada vez que decía una mentira
las mentiras entonces pueden ser expuestos a través del lenguaje hablado pero también observar a quienes nos rodean y estudiar su lenguaje corporal nos permitirá descubrir quiénes no son sincero
El 90% de nuestra comunicación corresponde al lenguaje no verbal, por lo tanto nuestro cuerpo dice mucho más de nosotros de lo que podemos expresar con palabras.
Empezamos a mentir desde una edad temprana. Mentir es una conducta aprendida e intrínseca al ser humano. Si el niño aprende que la recompensa que obtiene mintiendo es mayor que la que obtiene diciendo la verdad, es normal que intente entrar en ese mundo inventado que aparentemente tantos beneficios produce.

Decir que estás enfermo el día de un examen porque no estás preparado, alardear de saber un idioma cuando en realidad apenas lo entiendes, atribuir el retraso al tráfico. Son conductas que llevamos a cabo cada día con total naturalidad.
El lenguaje corporal es sincero.
Cuanto más nos centremos en el lenguaje corporal de quienes nos rodean, más fácil nos resultará percibir los gestos que acompañan a sus mentiras. A pesar de No existe un gesto universal para reconocer la mentir entre los más comunes destacan los siguientes cinco:
Tendencia a rascarse la nariz.
La persona que miente tiende a rascarse la nariz como acto reflejo e involuntario. La explicación de este gesto se refiere al aumento de adrenalina secretada tras la mentira, provocando un hormigueo hasta los capilares nasales.
El ejemplo más famoso es el de Bill Clinton: se rascó la nariz cuando negó su relación extramatrimonial con Monica Lewinsky. Incluso entonces se interpretó como una señal de mentira.
Rigidez del cuerpo
Los músculos tienden a endurecerse, impidiendo controlar ciertos tics como espasmos de hombros o pequeños espasmos en pies y cuello. La expresión física se reduce y hay tendencia a acercar los brazos al cuerpo.
De lo contrario cuando la persona es sincera parece relajada huéspedes son tranquilizadores y el lenguaje corporal es relajado. Sin embargo, tenga cuidado con cómo interpreta esta rigidez: la tensión podría tener su origen en otras circunstancias. Una preocupación que nada tiene que ver con lo que se dice ni con la tensión que se puede desencadenar al anticipar la reacción del interlocutor al decir la verdad.
Aceleración de la respiración y el ritmo cardíaco.
Su frecuencia respiratoria cambia y respira más rápido. Esto cambia el cuerpo .

Mirada
Guárdalo mirada es una protección emocional. Cuando decimos una mentira nos colocamos en una posición de vulnerabilidad consciente. Una vez dicha, la duda puede traicionarnos, por eso la rigidez en el habla se traslada también al cuerpo y lógicamente a la mirada.
Microexpresiones faciales
El parpadeo se vuelve más intenso y frecuente y la persona se frota los ojos con frecuencia. . Las mejillas comienzan a sonrojarse como consecuencia del aumento de adrenalina y la boca y los labios se contraen para indicar mayor tensión emocional.
Los motivos por los que decimos una mentira pueden ser muchos y muy diferentes pero todos tienen un objetivo común: evitar decir la verdad.
El lenguaje corporal no traiciona.
El lenguaje corporal es una forma de comunicación. que el usa
Por otro lado como dijimos la interpretación de lenguaje no verbal debe realizarse con precaución dado que existen muchos factores ambientales que pueden influir en ello. Imagínate observar a tu interlocutor con exceso de sudor en la frente. No hay motivo para interpretarlo como un intento de mentirte. Puede ser simplemente que en la habitación en la que se encuentra haga demasiado calor o que padezca hiperhidrosis.

Por tanto, para interpretar el lenguaje no verbal es necesario considerar las variables del contexto, los antecedentes de la persona, su carácter y la importancia de lo que comparte con su discurso. Lo ideal es observar el lenguaje corporal en su conjunto y descartar posibles factores externos. que pueden explicar el comportamiento y no tienen nada que ver con la mentira.
Cualquier idiota puede decir la verdad. Pero mentir requiere inteligencia.
-Baltasar Gracián-