Un equipo de neurólogos del Hospital Universitario Charité de Berlín (Alemania) y de la Universidad de Cincinnati (Estados Unidos) ha realizado uno de los mayores descubrimientos en neurología del año. Poco antes de morir, el cerebro genera una onda de actividad eléctrica, fenómeno que ha sido denominado tsunami cerebral. Una vez pasada la tormenta, la muerte es irreversible.
El innovador estudio titulado Terminal Diffusion Depolarization and Electrical Silence in Human Cerebral Cortex Death publicado en la revista Annals of Neurology implica un doble descubrimiento.
Por un lado Por otro lado, este retraso aumenta las posibilidades de que durante esos pocos minutos de fase conciencia activa-cuerpo inactivo el proceso de muerte cerebral se puede revertir.
Los pacientes seleccionados
El equipo de neurólogos alemanes y norteamericanos utilizó una muestra de 9 pacientes de Alemania (Berlín) y Estados Unidos (Cincinnati y Ohio). Todos ellos sufrieron lesiones cerebrales irreversibles causadas tras accidentes de tráfico. ataque o paros cardíacos.
Para los propósitos del experimento. los médicos e investigadores tenían la obligación de no reanimar a los pacientes; por este motivo debían pedir previamente el consentimiento de los familiares para no reanimar a los pacientes en caso de necesidad.
Cómo se estudió el tsunami cerebral
Para estudiar la actividad eléctrica del cerebro, se colocaron electrodos electrodos en la superficie del cerebro. El principal objetivo era descubrir los mecanismos implicados en la muerte cerebral así como conocer los eventos del mecanismo neuronal que ocurren en esos momentos.
¡Y lo lograron! Detectado el llamado tsunami cerebral una onda de descargas eléctricas que recorre toda la corteza cerebral provocando daños irreversibles. Este momento es el principio del fin de las células cerebrales. Es el momento en el que se apagan, determinando su muerte irreversible.
Conciencia sin latidos
El tsunami cerebral puede ocurrir hasta 5 minutos después de que el corazón haya dejado de latir. Por tanto, las neuronas pueden seguir funcionando incluso sin latidos del corazón. Por tanto, tras un paro cardíaco se produce una pérdida progresiva del potencial electroquímico de las neuronas. Este fenómeno se conoce como despolarización neuronal .
¿Cómo? Porque las neuronas necesitan oxígeno para funcionar correctamente. Cuando permaneciendo vivo durante unos minutos antes de apagarse por completo.
Tras un paro circulatorio, la expansión de la despolarización marca la pérdida de energía electroquímica almacenada en las neuronas y la aparición de procesos tóxicos que finalmente conducen a la muerte.
-Jens Dreier-
La disminución repentina del potencial desencadena una serie de procesos tóxicos que finalmente conducen a la necrosis y posterior muerte celular. Sin embargo, como afirma Jens Dreier, autor principal del estudio Es posible revertir este proceso restableciendo la circulación sanguínea.
Los expertos concluyen apoyando la existencia de similitudes entre la muerte cerebral en animales y humanos; además afirman que hay una fase en la que hipotéticamente es posible la restauración del funcionamiento cerebral.
La importancia de este descubrimiento.
hasta la fecha el cerebro sigue siendo uno de los órganos humanos menos conocidos. Por esta razón El descubrimiento del tsunami cerebral puede conducir a futuras mejoras en los procesos de diagnóstico y tratamiento. gracias sobre todo a las nuevas técnicas de neuroimagen utilizadas en este campo en las últimas décadas.
Según el Centro de Salud de la Universidad de Miami en Florida, la muerte cerebral consiste en el cese irreversible de todas las funciones cerebrales. Sin embargo, cabe destacar que en la actualidad los científicos aún no saben con certeza cuál es el método de diagnóstico ni cuál es el momento exacto en el que se pierde la capacidad de conciencia .
Esta investigación constituye sin duda un paso adelante también en el campo de la investigación contra el paro cardíaco y los accidentes cerebrovasculares. Los resultados de este innovador estudio nos ofrecen datos sorprendentes sobre la neurobiología de la muerte. ¿Se puede salvar de la muerte cerebral a una persona que ha sufrido un paro cardíaco?
