
Cada año que pasa, corremos cada vez más riesgo de convertirnos en posibles víctimas de un accidente de tráfico. De hecho, cuanto más tiempo pasa, más aumentan exponencialmente las posibilidades de verse involucrado en un accidente. Al mismo tiempo, cuanto más tiempo pasamos conduciendo, mayor es el riesgo.
El número de años que llevamos con el carnet y el número de horas que pasamos conduciendo estos son dos factores que nos exponen a ser víctimas de un accidente vial; sin embargo no son los únicos. La falta de experiencia, la lentitud de reflejos o la falta de paciencia pueden ser otras razones.
es fundamental Sea consciente de la gravedad de la conducción imprudente. por el daño que podemos causarnos a nosotros mismos y a los demás.

El accidente automovilístico que cambió nuestras vidas
Las personas que han vivido personalmente un accidente automovilístico o que lo han presenciado ven ese día como el punto de inflexión entre el antes y el después. grabados como fuego vivo en sus retinas.
Un día te despiertas y ya nada es igual que antes. Sucedió que fuiste víctima de un accidente automovilístico. Conductor o pasajero no hay vuelta atrás: su vida ha cambiado. Te despiertas en el hospital sin saber exactamente qué está pasando ni qué pasará, incapaz de entender por qué te pasó y por qué te ves obligado a vivir con sus consecuencias a partir de ahora.
Un accidente puede convertirse en una situación traumática
Ser víctima de un accidente de tráfico grave puede tener graves repercusiones en nuestra salud y en nuestro bienestar físico y psicológico. Y no hablamos sólo de la víctima implicada personalmente sino también de sus familiares más cercanos que tendrán que hacerse cargo de la situación.
uno arranca fase de duelo por el cual uno se despide de la vida como la conocía hasta ese momento para adaptarse a una nueva realidad con posibles limitaciones.
El cambio y el duelo toman tiempo y pueden consistir en varias etapas, incluidas la negación y la tristeza. Es posible que en algunos momentos sientas que tus sueños se han roto irremediablemente. de no poder volver a retomar algunos de sus hábitos. Se verán fácilmente asaltados por millones de sensaciones y emociones todas ellas relacionadas con la situación traumática.
Es normal que para superar el duelo y la situación traumática la persona pase por una serie de etapas antes de encontrar un punto de equilibrio en su vida. No olvidemos, sin embargo, que tales el proceso es individual y que cada uno tiene su manera personal de vivirlo.
Recuerda que aunque todo parezca negro en los momentos más difíciles, al final sales de este pozo más fuerte y resiliente que antes con más energía para seguir adelante.

Cero distracciones al volante
Según el primeras estimaciones estatales solo en el primer semestre de 2019 Se registraron 82.048 casos de accidentes viales con lesiones a personas incluyendo hospitalizaciones por muertes de peatones que cruzaban la calle, pasajeros de coches ajenos con heridas leves...
Se ha comprobado que una de las principales causas de accidentes en nuestras carreteras es uso de teléfonos móviles .
Nos hacen pensar en mí no pasará Conduzco bien no me pasará nada qué quieres que sea mirar el teléfono un momento Tengo todo bajo control y no pasa nada si bajo un momento la mirada y miro el teléfono... Bueno, podríamos tener razón y llegar sanos y salvos a nuestro destino. Pero ¿qué pasa si ese momento se convierte en un terrible error? Y si ese segundo se convierte en el momento fatídico en el que se produce el accidente que cambiará nuestra vida ¿O la vida de las personas que circulaban a nuestro lado en ese preciso momento?
Recordemos que hay que tener uno. conducción responsable y que es la única manera de reducir el riesgo de ser víctimas directas o indirectas de un accidente de tráfico.
La calle es un lugar para todos y por ello requiere un compromiso colectivo para cumplir con las reglas destinado a quienes lo utilizan. Sólo así es posible prevenir accidentes y evitar verse involucrado en aquellos provocados por otros.