
A veces nos sentimos desafinados, atrapados en una vida cotidiana vacía y sin sentido de grises y blancos. Cuando nos preguntan qué nos pasa decimos que estamos cansados y nada más. Sin embargo, este agotamiento sin forma ni motivo esconde la tristeza, ese amigo negativo que se instala sin permiso en la mente y el corazón para contagiarnos. apatía y soledad.
Seamos realistas, todos nos hemos encontrado en una situación como esta. Cuando a esa emoción pegajosa, lánguida y profunda como es la tristeza se le suma el cansancio, muchas veces consultamos espontáneamente al Doctor Google en busca de un posible diagnóstico. En ese momento aparecen ante nosotros términos como depresión, anemia, hipotiroidismo, etc.
Cuando la tristeza se apodera de nosotros, al principio la concebimos como algo malo, una patología de la que debemos deshacernos inmediatamente como quien tiene que quitarse el polvo o la suciedad de la ropa. Nos consume y queremos defendernos de él sin detenernos a comprender su anatomía y ahondar en sus meandros melancólicos para entenderlo de una manera más profunda.Buenos días tristeza. Estás escrito en las líneas del techo, estás escrito dentro de los ojos que amo.
No eres todo lo que trae miseria porque los labios de los más pobres te anuncian con una sonrisa... -Paul Éluard-
A veces olvidamos que la tristeza no es una Siempre y cuando esta emoción no perdure en el tiempo y no interfiera continuamente en nuestro estilo de vida. es una oportunidad por paradójico que parezca avanzar y crecer.
Estar cansado: el cansancio puede ocultar algo más
A veces pasamos por periodos como este en los que nos vamos a dormir cansados y nos levantamos sintiendo lo mismo. Podemos ir al médico sin embargo los resultados de analiza nos dirán que no hay ningún problema hormonal, ni anemia ni otra patología de origen orgánico.
Lo más probable es que el médico nos explique que en ocasiones este cansancio se debe a los cambios estacionales y a una ligera distimia propia del otoño o la primavera. Un efecto leve que puede solucionarse con un tratamiento farmacológico limitado en el tiempo.
Sin embargo, hay algunos estados emocionales que no necesitan atención alguna. ayuda de medicamentos a resolver. Sin embargo, cuando sentimos su impacto psicosomático en nuestro cuerpo es lógico que nos asustemos y en consecuencia cometamos el error de tratar este síntoma sin centrarnos en el núcleo del problema: la tristeza.
¿Por qué pensamos que estamos cansados cuando estamos tristes?
Los mecanismos cerebrales que sustentan el nuestro. estados Las emociones son diferentes entre sí. Veámoslo en detalle.
El
Es interesante saber que La estructura que toma el control en nuestro cerebro es la amígdala.
Esta pequeña zona del cerebro provoca esta sensación de malestar, pereza, cansancio físico… Esta bajada de energía tiene en sí misma una finalidad concreta: favorecer la introspección.
La tristeza también reduce nuestra capacidad de prestar atención a todos los estímulos externos que nos rodean. Esto sucede porque el cerebro intenta indicarnos que ha llegado el momento de detenernos y pensar en reflexionar sobre determinados aspectos de nuestra vida.
Lo que debemos aprender sobre los estados ocasionales asociados con la tristeza
No debemos ignorar alguna que otra tristeza que nos acompaña durante unos días y nos deja cansados, agotados y desconectados de nuestra realidad. Tratando los síntomas solucionamos los nuestros cansancio De nada sirve tomar vitaminas o tratar nuestros dolores de cabeza con analgésicos si no llegamos a la verdadera raíz del problema.